Publicado el 25 de marzo de 2015 por Ceafa en Política de Estado sobre el Alzheimer

¿En qué debería formarse el personal médico para mejorar la atención a los pacientes con enfermedad de Alzheimer?

La formación continuada es un paradigma clave en la mejora continua de la calidad asistencial en medicina. Cuando el profesional se enfrenta a problemas complejos de salud esta necesidad, si cabe, es aun mayor. Las demencias son patologías complejas, de inicio sutil y variable lo que dificulta el diagnóstico precoz en muchos casos. Así mismo, durante su evolución pueden aparecer síntomas diversos neurológicos y neuropsiquiátricos  provocando un deterioro funcional creciente. El abordaje terapéutico de todos estos síntomas suele englobar respuestas multidisciplinares lo que complica la atención médica.

Por todo ello, la formación del profesional sanitario dentro de un plan nacional de atención al paciente con enfermedad de Alzheimer es, obviamente, compleja. El autor de estas líneas querría subrayar al menos dos aspectos que debería incluir todo plan de formación.

En primer lugar, la detección precoz del paciente con deterioro cognitivo. El uso de herramientas de cribado para la detección de trastorno cognitivo es frecuente tanto en el ámbito de atención primaria como especializada. No obstante, sería de mayor interés disponer de un abanico de pruebas neuropsicológicas de cribado que englobaran herramientas para diversas áreas cognitivas, la evaluación funcional del paciente y la detección precoz de trastornos de conducta o emocionales. Por otro lado, sería interesante que el profesional estuviese familiarizado con el resultado de las pruebas de neuroimagen habituales, así como un conocimiento (al menos básico) de las nuevas pruebas de medicina nuclear que se están empleando en el diagnóstico precoz, y de los biomarcadores desarrollados hasta el momento. Todo este conocimiento debería estar matizado y evaluado desde el punto de vista crítico con las herramientas de la medicina basada en la evidencia. Su rentabilidad diagnóstica, el valor predictivo de las mismas y, por supuesto, los riesgos asociados a cada prueba deberían tenerse presente por el profesional.

En segundo lugar, la respuesta terapéutica en los pacientes con enfermedad de Alzheimer es compleja y comprende intervenciones farmacológicas, no farmacológicas y de estilo de vida. El profesional debe entrenarse a la hora de actuar en coordinación con otros profesionales del ámbito de la psicología, terapia ocupacional, fisioterapia y asistencia social. Una comunicación adecuada entre los mismos y una actuación sinérgica de todos ellos facilita una mejor respuesta terapéutica en todos los casos. Disponer de un conocimiento del tipo de terapia que desarrolla cada profesional y su indicación, es un punto clave a la hora de planificar una intervención integral en cada paciente.

En definitiva, tanto el diagnóstico precoz como la intervención integral multidisciplinar, dependen en gran medida de una formación continuada en el ámbito de la atención al paciente con demencia. No debemos pasar la oportunidad de subrayarlo de cara a la planificación de un plan nacional de atención al paciente con enfermedad de Alzheimer.

Dr. David A. Pérez Martínez

Jefe de la S. neurología. Hospital Universitario Infanta Cristina (Parla-Madrid)

Director de la “Fundación del Cerebro”

1 Comentario para ¿En qué debería formarse el personal médico para mejorar la atención a los pacientes con enfermedad de Alzheimer?

  1. ¡Quiero agradecerles por esta maravillosa publicación sobre la recaudación de fondos! Ciertamente disfruté cada pedacito de ella. Crowdfunding salud medico
    Comentado por levi Hyden | el 18 de Nov de 2021

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con un asterisco *.