«Las personas que sufren de alzheimer o demencia están desorientas, no locas». Es lo que ayer quiso dejar claro el científico Jesús Ávila, del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa de Madrid, que participó en Luarca en una ponencia el que trató de desvelar el alcance de la enfermedad. El investigador aclaró que la cura del alzheimer todavía está en fase de estudio y experimental y que, de momento, solamente existen ensayos clínicos, «pero no un compuesto que se pueda comprar en la farmacia». «Lo que sí existen son paliativos que retrasan su avance». Ávila aseguró que el reto actual es el diagnóstico precoz: «Es lo más difícil porque no hay síntomas definitivos». De hecho, el científico explica que las pérdidas habituales de memoria, pueden desencadenar en alzheimer, pero pueden no hacerlo.
Ávila destacó el alcance social de la enfermedad, ya que los afectados precisan de cuidadores, «lo que tiene un coste». No obstante, se mostró optimista y aseguró que «si la enfermedad se descubrió hacecien años, no habrá que esperar otros cien para tener la cura».
Fuente: Ine.es