Andrés, Ramón y Leonor son cuidadores de enfermos de alzhéimer, aunque conviven con esta enfermedad desde hace relativamente poco tiempo: sus parejas están en la fase inicial de una enfermedad que agota a quien la padece y a quienes la rodean. Los tres participan de forma anónima en las terapias que ofrece la Asociación Alzhéimer Asturias estos días en Avilés - en la sede del Colegio oficial de Médicos, en Cabruñana- y que tienen por objeto enseñar a los cuidadores de personas con alzhéimer qué es esta enfermedad, de la que sólo en Avilés se estima que hay 1.000 diagnósticos.
«Los cuidadores están brutalmente abandonados y la mayoría de las veces se encuentran perdidos porque ante el diagnóstico de alzhéimer no saben cómo actuar», explica Laureano Caicoya, presidente de la Asociación y de la Fundación que lleva el mismo nombre. Las terapias, en las que participan alrededor de quince familias de la ciudad, es la segunda vez que se ofrecen en Avilés. Los beneficiarios tocan tres temas para ellos más que conocidos, en cuanto a sufrimiento: el duelo por la enfermedad, la sobrecarga física y emocional que genera cuidar a un paciente de alzhéimer y la depresión.
Mayte López Riesco, David García Encina y Maite Montes Nava son los tres psicólogos que colaboran con la Asociación Alzhéimer Asturias y que intentan concienciar de una enfermedad que los cuidadores definen como «un monstruo que te va arrancando de las manos lo más preciado que tiene un ser humano, los recuerdos». Para un familiar de una persona que sufre alzhéimer, según David García, la enfermedad consiste en ver cómo la persona con la que han compartido una vida un día deja de saber cómo vestirse, cómo llegar a casa...
La enfermedad del alzhéimer no es nueva. En la Grecia clásica el reformador ateniense Solón ya escribió varios libros sobre el deterioro cognitivo y la pérdida de juicio causados por la edad. Pero fue en 1907 cuando el neurólogo alemán Alois Alzheimer describió la enfermedad que ahora lleva su nombre. Actualmente esta patología está considerada la epidemia del siglo XXI por el alto número de casos que se diagnostican cada día como consecuencia del envejecimiento de la población. Científicamente, el alzhéimer es un trastorno degenerativo de la corteza cerebral, progresivo, no tratable e irreversible.
Como el resto de las demencias seniles, el alzhéimer se caracteriza por la pérdida progresiva de las funciones cognitivas cerebrales como la memoria, el juicio, el pensamiento abstracto y el lenguaje así como por la aparición de problemas psicopatológicos y de comportamiento. En la actualidad no existe cura ni tratamiento médico para esta patología, aunque hay fármacos que ayudan a controlar algunos síntomas. En las terapias que ofrecen en Avilés los psicólogos Mayte López Riesco, David García Encina y Maite Montes Nava, los cuidadores aprenden a convivir con el paciente.
Este es uno de los servicios de la Asociación Alzhéimer Asturias, que, por otra parte, ofrece también y como novedad a los enfermos una chapas identificativas basadas en el código QR -aplicación para teléfonos móviles de última generación- que recogen información importante sobre el paciente, como sus teléfonos de contacto. «Entre otras muchas cosas también hemos impulsado una campaña de recogida de alimentos porque cada vez más nos encontramos con situaciones horribles debido al actual contexto económico», explica Caicoya.
En Avilés, el presidente de la Asociación Alzhéimer Asturias da la bienvenida a los cuidadores de los enfermos. Luego el trabajo queda en manos de los psicólogos, que inician las sesiones entregando un test para conocer cómo se encuentran los beneficiarios de los talleres. Su percepción de la enfermedad casi siempre coincide: «El cuidador ve cómo su familiar se consume en una vuelta atrás irreversible al mismo momento en el que todos empezamos cuando éramos bebés, indefensos, pero esta vez sin una vida por delante».
Fuente: Ine.es