Se espera que en cinco años puedan aplicarse vacunas terapéuticas
No existe un tratamiento curativo de la enfermedad de Alzheimer. Pero a pesar de esta dura realidad, los expertos se muestran optimistas. "Desde hace diez años, el arsenal terapéutico disponible para mitigar los síntomas de esta patología es muy amplio. Hay fármacos que logran reducir algunas complicaciones como los delirios o las alucinaciones, pero tienen una pega: límite de tolerancia", explica Luis Agüera, de la Unidad de Investigación del Proyecto Alzheimer de la Fundación Reina Sofía. En esta línea, añade, la principal novedad viene de la mano de un parche transdérmico de rivastigmina, capaz de aumentar las dosis del medicamento y de mejorar la tolerancia, logrando mayor efecto en menor tiempo. "Este parche, que favorece un mejor cumplimiento terapéutico, estará disponible en España en pocas semanas", adelanta el experto con motivo del Día Mundial contra el Alzheimer (21 de septiembre).No obstante, el futuro es esperanzador. Actualmente se están investigando tratamientos "modificadores de la enfermedad", que se administrarían muy al inicio de la patología o, antes incluso de tener los primeros síntomas. "Si se retrasase al menos cinco años la aparición de síntomas, la enfermedad se reduciría en un 50 por ciento", detalla el doctor Agüera, quien augura que "en un futuro próximo, entre tres y cinco años, podrán aplicarse las vacunas terapéuticas que se están investigando".
Pablo Martínez, director científico de la Unidad de Investigación del Proyecto Alzheimer asegura que "están en fase de ensayo clínico avanzadas fármacos para mejorar la supervivencia de las neuronas, entre otras líneas de investigación".
Diagnóstico precoz
También es importante detectar los factores de riesgo. Se han determinado condicionantes que actuarían como protectores de la enfermedad como hábitos de vida saludables, una buena alimentación, la práctica de ejercicios metódicos... Sin embargo, una de las mayores dificultades es el diagnóstico precoz, ya que al inicio los síntomas pasan desapercibidos o se confunden, detalla Jesús Ávila, director del Centro de Biología Molecular del Severo Ochoa. Las técnicas de imagen y los avances en los análisis del líquido cefalorraquídeo juegan un papel clave. "Es posible que en 5 ó 10 años haya herramientas diagnósticas exactas", dice. El presidente de la Confederación Española de Familiares de Enfermos de Alzhéimer (Ceafa), Emilio Marmaneu, indica que la familia debe detectar los primeros síntomas de alarma para dar el "pistoletazo" hacia la atención especializada.
Fuente: estarbien.com