El Festival de Cine Latino Americano de Trieste ha sido testigo del dolor que causa el alzheimer en las personas, a través de la película española "Amanecer de un sueño", pero también de la amnesia que sufren los pueblos mediante el documental mexicano "Vivos los llevaron, vivos los queremos".
En "Amanecer de un sueño", película en concurso en Trieste que tiene como principal protagonista a Héctor Alterio, el español Freddy Mas Franqueza se ocupa del olvido de las personas.
Alina, una mujer de treinta años divorciada encarnada por Mónica López, abandona a su hijo Marcel con su abuelo Pascual, que vive en un pueblo de Valencia.
Pascual se ocupa de la educación del niño hasta que se hace mayor, momento en el que se invierten los papeles y Marcel debe cuidar de su abuelo, que sufre alzheimer.
La película muestra con crudeza los efectos de la enfermedad en las personas.
Pero el dolor del olvido no es sólo el provocado por una patología, sino también el sufrimiento psicológico, como el de Marcel, a cuya madre no vuelve a ver desde que lo abandona.
Ni uno ni otro dolor se pueden curar, pero si afrontar, como hace Marcel, superando los propios miedos y siendo una persona de una sola pieza.
El olvido como enfermedad se extiende sobre los pueblos, según la mexicana Cecilia Serna, que lucha contra la amnesia de los desaparecidos en su documental "Vivos los llevaron, vivos los queremos".
Serna recoge los testimonios de los familiares y víctimas de la represión mexicana en la década de 1970, donde grupos paramilitares, como la llamada Brigada Blanca secuestraron, torturaron e hicieron desaparecer a centenares de personas.
"Queremos recordar lo que sucedió a las nuevas generaciones, que son muy apáticas al recuerdo", dijo a Efe Serna, que se encuentra acompañada en Trieste por María del Rosario Piedra Ibarra, hermana de un desaparecido, y miembro del Comité Eureka, que reúne a los familiares de las víctimas.
Piedra Ibarra, que desde 1975 exige del Estado mexicano una explicación sobre el paradero de su hermano sin haber obtenido respuesta, también asegura que es necesaria mantener viva la memoria para luchar precisamente contra el olvido de los desaparecidos.
Entre los testimonios que recoge el documental figura el de la periodista y escritora mexicana Elena Poniatwoska, implicada en la causa de los familiares de los desaparecidos.
"La desaparición es un arma de tortura inventada en Latinoamérica y es la peor de las armas de tortura, porque lo único que se pide es poder ver a los desaparecidos y eso les es negado a todas las madres", concluye Poniatwoska en el documental.
La memoria personal e histórica ha sido uno de los hilos conductores de este Festival de Trieste, donde los uruguayos José Pedro Charlo y Aldo Garay han aunado el alzheimer y la memoria histórica en "El círculo".
El filme muestra la vida del médico Henry Engler, dirigente tupamaro secuestrado y torturado por la dictadura y conocido investigador de la citada enfermedad.
En "El círculo", Engler recuerda su cautiverio durante trece años de tortura prolongada y vuelve al lugar donde lo tuvieron secuestrado.
La película propone además del viaje por el recuerdo, el viaje interior, de reflexión, que permite asomarse al mundo alucinado del prisionero y a su estrategia para sobrevivir a lo inhumano.
Fuente: diarioinformacion.com
