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Treinta voluntarios se enfrentan cada día al mal de alzheimer

La Asociación Afaor, que organiza un desfile para recaudar fondos, da servicio a 300 pacientes

"Concienciar, informar y sensibilizar a la sociedad y a la Administración sobre la magnitud y gravedad de la enfermedad del alzheimer, así como reivindicar la puesta en marcha de programas y servicios que den respuesta a las necesidades específicas de los enfermos y sus familias". Con este objetivo nació hace 15 años la Asociación de familiares de enfermos de alzheimer, pero el avance de la esta dolencia obligó al colectivo a ampliar su actividad para mejorar la calidad de vida de la población afectada.

En la actualidad son 30 personas, entre directivos y voluntarios,y se ven desbordados para atender a todos los pacientes y familiares. "Por no tener ni tenemos local, este en el que estamos se nos quedó pequeño para llevar a cabo todos los programas que tenemos en marcha", aseguró el gerente de la asociación, Oscar Doval.

La sede está en el número 19 de la calle Nosa Señora da Saínza y desde primera hora de la mañana se convierte en una especie de hospital en el que se ofrece información sobre el alzheimer, asesoramiento jurídico, atención psicológica e incluso se prestan sillas de baño, colchones especiales, camas articuladas, grúas con arnés, andadores y barandillas para que las utilicen los enfermos y, así, evitar un gasto a sus familiares. El local está abierto durante todo el día, pero cuando más actividad se registra es por la tarde, al acudir numerosos familiares con enfermos de alzheimer incluso a clases de cuidados básicos, "para aprender a cuidar y cuidarse", apunta Doval.

Pero lo que más llama la atención son los enfermos, que los voluntarios reciben con caricias para acto seguido acompañarlos a las distintas terapias y talleres en los que se les enseña a sentirse activos. La estancia de los enfermos en el local permite un respiro a su cuidadores y a lo largo de las instalaciones hay salas de psicoestimulación, fisioterapia y musicoterapia. El colectivo incluso tiene un programa para introducir a los enfermos, a través de animales como el burro, en la naturaleza. "El objetivo es que se sientan útiles y que mejore su calidad de vida", afirma el gerente de Afaor.

En la actualidad atienden a 300 familias en la ciudad. Oscar Doval asegura que no son un colectivo de ayuda a domicilio, aunque en caso de que una persona no pueda trasladarse, entonces sí acuden de forma puntual a dar apoyo psicológico a los familiares y enfermos e incluso a enseñarles a tomar los medicamentos. En la provincia se estima que hay más de 6.000 personas afectadas por la enfermedad. Oscar Doval invita a los familiares y enfermos a que no oculten el mal y se pongan en contacto con ellos "para ayudarles a mejorar su calidad de vida, siempre gratis", dijo.

Hoy, el colectivo organiza un desfile de moda en el Auditorio (20.00 horas) para recaudar fondos. El pasado día 17, celebraron un torneo de golf benéfico.

Fuente: laregion.es

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