El Alzheimer es una de las grandes epidemias del siglo XXI, con más de 600.000 personas diagnosticadas en España y un avance imparable. Hasta que los conocimientos sobre el funcionamiento del cerebro permitan establecer una posibilidad de «cura» para esta demencia, muchos de los esfuerzos se centran en cómo ralentizar su avance.
Un ámbito en el que el Centro de Referencia Estatal del Alzheimer de Salamanca ha logrado comenzar a destacar con la puesta en práctica de distintas terapias que con el denominador común de la tecnología han logrado ya la confirmación científica de que tienen efectos positivos sobre los pacientes y que permiten frenar sus efectos en mayor o menor medida.
La directora del centro estatal, Maribel González Ingelmo, destaca que «después de cuatro años de trabajo, nos sentimos orgullosos a la hora de incorporar la innovación tecnológica al campo de los tratamientos».
La directora recuerda que esta era precisamente una de las principales encomiendas al centro en la orden de creación por parte del Imserso y transcurrido este tiempo «hemos puesto en práctica modelos muy novedosos de intervención y estimulación cognitiva que nos sitúan como un espacio puntero en la aplicación de la tecnología en el tratamiento de las personas con Alzheimer».
Todos estos trabajos se basan en una doble investigación, por un lado el estudio sobre los efectos fisiológicos comprobables en los pacientes y por otro la comparación entre los enfermos que han sido sometidos a estas terapias no farmacológicas de estimulación con otros que no han participado en el programa.
Los resultados en estos casos, según Elena Ingelmo, responsable de I+D+i del centro, permiten establecer que «estas terapias enlentecen los efectos de la enfermedad» ya que tienen «estudios que demuestran que personas que han tenido esta estimulación viven un proceso más rápido de desarrollo».
Primeros proyectos
La primera experiencia en este campo fue la de crear una plataforma de teleterapia (Artemis), con el objetivo de encontrar un medio que permita a los enfermos recibir en el hogar una estimulación cognitiva adecuada cuando presentan un deterioro cognitivo en fase leve.
Tras esta experiencia surgía «Desica», la forma de contar con un sistema inteligente de estimulación a través de la TDT. «Ha sido uno de los proyectos más importantes, creado en el programa del 2008 con el fin de aprovechar la TDT para que los mayores a través de un medio que por lo general aceptan muy bien puedan tener terapia y un evaluador de avances y resultados», señala la responsable.
Tras esta senda, en el programa de financiación de proyectos de I+D+i del 2010 se ponía en marcha un proyecto del Grupo de Ingeniería Biomédica de la Universidad de Valladolid para analizar los efectos de la musicoterapia en personas con la enfermedad. Elena Ingelmo destaca que «a través de la medición de las ondas cerebrales y del escáner, estamos analizando unos resultados que pueden medir científicamente cómo realmente el cerebro de una persona con Alzheimer cambia cuando recibe estimulación a través de la música».
Finalmente, en la última convocatoria se ponían en marcha los programas 'HEAD'
