Cesta de la compra

{{#if has_items}}
{{#each line_items}}
{{ full_title }}
{{ quantity }}
{{{ subtotal_human }}}
{{/each}}
Subtotal {{{ subtotal_human }}}
{{#if coupon_name}}
Cupón de descuento {{ coupon_name }} - {{{ coupon_discount_human }}} x
{{/if}} {{#if donation}}
Donación {{{ donation_human }}}
{{/if}}
{{#if shipping_handling_left_for_free}}
(Te quedan {{{ shipping_handling_left_for_free }}} para que el envío sea gratis)
{{/if}}
{{#if tx_okstock}} Envíos en 72h. {{/if}} {{#if delivery_date}} El pedido te llegará el {{ delivery_date_human }} {{/if}}
Total {{{ total_ceafa }}}
{{else}}
Actualmente no tienes nada en la cesta de la compra. Ir a la tienda.
{{/if}}

Pacientes con Alzheimer y niños en casa. ¿Qué debo hacer?

LOS NIÑOS TAMBIÉN DEBEN CONOCER ACERCA DEL ALZHEIMER

Es importante tener una comunicación abierta con los más pequeños y explicarles que las reacciones y conductas que les parecen extrañas son consecuencia de una enfermedad

La comprensión y apoyo familiar son fundamentales para convivir con una persona que tiene demencia tipo Alzheimer. Los frecuentes olvidos y cambios de humor de estos pacientes pueden ser difíciles de entender para los niños, debido a su inocencia y desconocimiento de la situación, por tal motivo es importante orientarlos y explicarles que esas reacciones que les parecen extrañas son consecuencias de una enfermedad y no se trata de falta de afecto o atención.

Una comunicación abierta con los más pequeños les ayudará a entender las razones por las cuales su abuela o abuelo tiene dificultades para hacer tareas sencillas o no puede recordar las cosas que hizo hace poco tiempo, les  hace las mismas preguntas varias veces y, en ocasiones, no recuerda los nombres de sus propios familiares.

La especialista en neuropsiquiatría de la clínica El Ávila, Zhilma Sucre, recomienda explicarle a los niños con palabras sencillas las características de la enfermedad y no aislarlos de la realidad familiar. De esta manera los pequeños se sentirán más cómodos involucrándose junto al paciente en juegos, actividades recreativas y tareas fáciles que tengan poco riesgo, como doblar las sábanas o tender camas, tomarlo de la mano parea cruzar una calle o ayudarlo a subir a una acera.

“Para el pequeño es importante saber que puede contribuir a mejorar la vida de su familiar afectado. Hay que hacerlo sentir parte de la solución”, dijo la neuropsiquiatra. Quien, además, hizo hincapié en que las personas con demencia tipo Alzheimer necesitan atención permanente para evitar que se expongan a situaciones riesgosas, deben ser supervisados cuando realizan tareas cotidianas y no pueden salir solos a la calle, ya que pudieran tener dificultades para recordar el camino a casa.

Facilitando la vida del paciente y su familia

La demencia tipo Alzheimer es crónica y progresiva. Aunque no existe una cura para esta enfermedad, se han desarrollado terapias farmacológicas capaces de hacer que avance más despacio, mejorando así la calidad de vida del paciente, sus familiares y cuidadores. Una de estas opciones es la rivastigmina, que se encuentra en presentación de parches.

Los parches de rivastigmina, además de ser cómodos y fáciles de colocar, brindan una continua y adecuada liberación del fármaco al torrente sanguíneo durante 24 horas. Con frecuencia, los pacientes con Alzheimer -por ser personas de edad avanzada- suelen estar polimedicados para controlar patologías como hipertensión o artritis. Otro beneficio de la terapia transdérmica es que no se metaboliza en el hígado, por lo que no hay riesgo de que interactúe con otras drogas.

 Características y detección

La demencia tipo Alzheimer  se manifiesta inicialmente con numerosos y frecuentes olvidos. Se pierde la memoria episódica, por lo que la persona no puede recordar eventos recientes.

También comienzan a notarse ciertas  dificultades para hacer planes, repentinos cambios de carácter y humor e intranquilidad nocturna.

La enfermedad se diagnostica  con evaluaciones  clínicas y psicológicas para descartar depresión, delirio, anemia, y otras causas de deterioro cognitivo.

Al paciente se le debe practicar exámenes de laboratorio, evaluación neuro psicológica y estudios de neuroimagen para visualizar el tipo de daño que presenta y localizar las lesiones.

Fuente: analitica.com

Con la colaboración de