Los problemas cognitivos, la demencia y enfermedades como el Alzheimer podrían prevenirse sólo con media hora de movimiento tres días a la semana: un pequeño esfuerzo, de sacrificio mínimo, que puede valer mucho.
Con el avance de la edad, y también como consecuencia de otros factores de riesgo, es posible tener que afrontar problemas en el cerebro como dificultades cognitivas, pérdida de memoria, demencia y enfermedades graves como el Alzheimer. No obstante, existen medios para prevenir este tipo de problemas: algunos de éstos pueden ser un estilo de vida adecuado, una alimentación sana y ejercicio mental regular.
Para cualquier enfermedad
El ejercicio físico, que además es objeto de un estudio a cargo de científicos portugueses de la Universidad de Lisboa, Hospital Santa María, puede ser una opción válida y poco exigente.
Según la Dra. Ana Verdelho y sus colegas, bastan de hecho 30 minutos por día, tres días a la semana, para reducir un 40% el riesgo de demencia vascular y un 60% el déficit cognitivo o para cualquier etiología (es decir, por cualquier causa).
Lo bueno de este hallazgo es que el efecto protector de la media horita dedicada al movimiento -basta con una caminata a ritmo sostenido- se mantiene sin distinción de edad, cultura, antecedentes de diabetes o accidente cardiovascular.
El estudio
Verdelho y sus colegas publicaron los resultados de su estudio en Stroke, la revista científica de la American Heart Association. En el mismo, se señala que fue un estudio prospectivo multinacional que incluyó evaluaciones cognitivas anuales y completas a lo largo de tres años. Los pacientes que participaron fueron en total 639 y de edades comprendidas entre 60 y 70 años. De éstos, 53% eran de sexo femenino y declararon (en el 64% de los casos) ser activos durante por lo menos 30 minutos por día, tres veces por semana. La actividad declarada comprendía sesiones simples de gimnasia suave, paseos y vueltas en bicicleta.
Durante el período de estudio, todos los participantes fueron monitoreados mediante escáneres cerebrales por imágenes (resonancia magnética por imágenes, o MRI), con el objetivo de observar los eventuales cambios en la materia blanca del cerebro, un indicador de posible deterioro cognitivo.
“Los daños en la materia blanca cerebral están vinculados a los problemas cognitivos entre los cuales figuran la depresión, dificultades de deambulación y trastornos urinarios