Esta semana quiero compartir con vosotros un libro que acabo de leer y que me ha gustado mucho. Se titula Maragall vs. Alzheimer y su autora, Angela Vinent, que cuenta con una amplia trayectoria en el mundo periodístico, fue Jefe de Prensa del Ayuntamiento de Barcelona durante la alcaldía de Pasqual Maragall.
Os decía que me ha gustado el libro porque, si ya me pareció admirable en su momento el anuncio por parte de Maragall del diagnóstico de Alzheimer, el ir siguiendo sus vivencias en los años transcurridos y apreciar el modo en que se enfrenta con su E.A. día tras día me ha resultado muy motivador.
Desde el modo en que se narran sus primeras reacciones al conocer los resultados de todas las pruebas practicadas, todo el libro es un reflejo del espíritu positivo, del ánimo optimista y de las ganas de vivir de Pasqual Maragall, pese al Alzheimer y a un futuro que sabe difícil.
“Me siento muy acompañado por mi situación personal. Me gustaría que este privilegio lo tuviera todo el mundo. Pienso que una forma de hacer extensible mi ayuda es popularizando la enfermedad. Cuanto más la popularicemos, más ayudaremos.”
Una parte importante del libro recoge las experiencias de la familia más cercana a Maragall y, por supuesto, todo lo vivido con su esposa, Diana. Ella comenta: “En el tiempo que ha transcurrido desde que lo sabemoseX03 hemos constatado que hay posibilidades de ayudar, de vivir y de hacer muchas cosas mientras no llegue lo peor. Es importante luchar contra cualquier enfermedad, y contra ésta especialmente, porque si te abandonas, estás perdido:”
También habla Maragall de su percepción sobre cómo la sociedad acaba por apartar a estos enfermos, de cómo no se les tiene la consideración que debería. Y anima a los enfermos a participar de la vida social, a no excluirse ni dejarse excluir, e insiste en la conveniencia de colaborar con iniciativas como el Proyecto EMILIA, con el cual pacientes incipientes visitan y cuidan a otros más avanzados.
Según sus propias palabras: “No os privéis de nada y divertíos. Yo recomendaría que, mientras sea posible, en enfermo no se encierre en casa. Que se reúna con compañeros y amigos, que organice actividadeseX03 Lo peor es aislarse mientras todavía se puede ser feliz con la gente. El aislamiento de la sociedad, la reclusión forzada juegan a favor de la enfermedad.”
Con una energía y un pragmatismo a prueba de bombas nos va transmitiendo su proceso: “ Por ahora, la enfermedad me ha robado ya alguna que otra cosilla pero, mientras pueda, no me robará la capacidad de seguir siendo feliz o de seguir teniendo momentos de felicidad.”
Y un capítulo fundamental del contenido de éste libro es todo lo relativo a la investigación médica y farmacológica, aspectos que, desde la Fundación que creó, son apoyados económicamente, divulgando por todo el mundo los avances que se van realizando. Él lo expresa muy claramente: “Los enfermos tenemos prisa. Prisa por vivir y prisa por que se avance en la investigación. A mí ya no me llegará. Demasiado tarde. Pero, cuanto más se investigue, más de avance y más precozmente se pueda detectar, el número de enfermos se reducirá”.
En resumen: una visión desde dentro, lúcida y sincera, llena de positivismo sin negar por ello los momentos más duros de esta enfermedad, para el paciente y para su entorno. Y en la que hay lugar para el humor.
“¿Cómo se llama aquella montaña de colinas redondeadas tan famosa? pregunta un amigo a otro. “Montserrat” responde éste. “¡Exacto!” exclama el primero y dirigiéndose a su esposa: “Montserrat, ¿dónde he dejado el diario?”
Cito a la autora cuando dice: “Coincido con él (Maragall), divirtámonos mientras podamos. La vida pasa demasiado rápido como para ensimismarse.”
“Maragall vs. Alzheimer”, una buena lectura.
Fuente: hechosdehoy.com