"Estas anomalías en el comportamiento suponen una alteración en el tratamiento porque habitualmente interaccionan con la terapia para el deterioro cognitivo. Por lo tanto, cambian el pronóstico de la patología", ha explicado Jorge Matías-Guiu, jefe de Neurología del Hospital Clínico San Carlos, de Madrid, en una mesa redonda sobre la vivencia del cuidador de estos enfermos que se ha celebrado en un curso de verano de la Universidad Complutense en El Escorial (Madrid).
"Pero además, los trastornos conductuales repercuten en gran medida en el cuidador, que no sabe cómo conducir estos comportamientos antisociales. Tales problemas alteran la calidad de vida del paciente y, por extensión, la de su cuidador. Estamos hablando de un cuadro clínico en el que al final son casi más importantes estos trastornos que la pérdida progresiva de la memoria".
El estudio Traca (Encuesta de los Trastornos del Comportamiento en los Enfermos de Alzheimer), en el que ha participado Matías-Guiu, ha mostrado que más de un 80 por ciento de los pacientes con Alzheimer presentan algún trastorno de la conducta, en mayor o menor frecuencia. El trabajo, realizado por la Fundación Alzheimer España, ha sido completado por 1.202 cuidadores familiares de enfermos con demencia, en su mayoría producida por la enfermedad de Alzheimer.
La encuesta estaba dividida en 45 preguntas en las que los participantes mostraban su percepción sobre la existencia y la frecuencia con que se presentan diversos síntomas que son manifestaciones de varios trastornos del comportamiento, y 45 preguntas sobre las capacidades para llevar a cabo las actividades de la vida diaria que proporcionan un índice para valorar de manera efectiva la gravedad del enfermo en su proceso involutivo cerebral. Este estudio destaca sobre otros realizados por el elevado número de encuestados y por centrarse en la afectación real que causan los trastornos sobre la vida de la familia afectada.
Estrategias de resolución
Una de las conclusiones del estudio Traca es que los cuidadores demandan ayuda para superar las barreras que levantan estos trastornos del comportamiento. De ello se desprende la absoluta necesidad de diseñar distintos tipos de actuaciones en diversos ámbitos sociosanitarios.
Así, la Fundación Alzheimer España reclama la necesidad de estrategias de resolución por el cuidador, así como las técnicas de modificación comportamental. "Una cosa es la exageración de un comportamiento habitual y otra bien distinta la aparición de conductas anormales nuevas. Para el cuidador no es fácil; por ello hay que formarle enseñándole cómo enfocar estos problemas".
Fuente: dmedicina.com