En la fría mañana madrileña de ayer domingo, las personas discapacitadas lanzaron una multitudinaria «llamada de socorro », de «ayuda», para salir de esta «situación de emergencia». Luis Cayo Pérez Bueno, presidente del Cermi, el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad, destacó a ABC al comienzo de la marcha: «Es la primera vez en la historia que el movimiento asociativo de la discapacidad sale a la calle de forma masiva y unitaria». Al final pidió un pacto de Estado para que la discapacidad, «de aquí al año 2020, no retroceda», y garantice «la inclusión, la vida autónoma e independiente, y la autodeterminación de las personas afectadas».
Según la estimación de los organizadores, se habían echado al espacio público al menos 40.000 personas, cuatro veces más de lo que preveían. La cifra luego la subieron a 90.000.
En vísperas del Día Internacional y Europeo de la Discapacidad, que se conmemora hoy, los representantes de los discapacitados españoles leyeron una proclama final que decía: «Lo
que hemos logrado en términos de derechos, inclusión y bienestar en estos últimos treinta años, todavía muy insuficiente y todavía muy precario, amenaza ruina. Teníamos que estar celebrando una fiesta, y nos vemos obligados a asistir a un duelo».
La marcha partió a las doce de la calle de Goya y finalizó en la Plaza de Colón. Era una marea multicolor que no dejaba espacios libres.
Más allá de los partidos Entre las sesenta entidades que acudieron, de todas las comunidades autónomas, además de la Once, estaban: la Federación Española de Daño Cerebral, Autismo España, Down España, la Confederación Española de Familias de Personas Sordas, la Confederación Española de Organizaciones en favor de las Personas con Discapacidad Intelectual (Feaps), la Federación Española para la Lucha contra la Esclerosis Múltiple, etc.
La manifestación se situó en un plano superior al de la pelea entre partidos, pero se convirtió en un factor político de primera magnitud. Los carteles que se podían leer eran de lo más
variopinto, y todos muy certeros: «Incapaces, estas normas», «Fuera la crisis », «Los políticos cobran ya, la discapacidad, cuándo», «Discapacitado, solo este sistema», «Salud mental, respeto y dignidad»... Un padre, con una niña con síndrome de Down de unos dos años al hombro, llevaba esta pancarta:
«¿Dónde está mi Ley de Dependencia? ».
Toda la carga, a la familia Era, en la masa de gente, un secreto a voces que los impagos de las administraciones, principalmente de las comunidades autónomas, están generando una situación insostenible. En primer lugar para los discapacitados, pero también para muchos trabajadores y centros donde se les atiende, y para las familias de personas con discapacidad, bloqueadas las veinticuatro horas del día, muchas veces, por los menesteres de atención personal a un ser cercano. Como contaba a ABC uno de los presentes que trabaja en un centro de empleo para discapacitados: «Se está dando una regresión de derechos y la pérdida de protección social, como consecuencia de las políticas de los distintos poderes públicos».
Hay cuatro millones de personas con discapacidad: uno de cada cuatro hogares se ve afectado. Lo que quizá no se tiene en cuenta es que tarde o temprano la discapacidad afecta a todos, y por lo tanto, como recuerda el Cermi, es un asunto que se ha de afrontar de cara. Está la evidencia de que la
¿Dónde está la Ley de Dependencia?
LUIS CAYO PÉREZ BUENO PRESIDENTE DEL CERMI «Es la primera vez que el movimiento asociativo de la discapacidad sale a la calle de forma masiva y unitaria»
ISABEL BAYONAS ORGANIZACIÓN DEL AUTISMO «Las personas con discapacidad son personas antes que discapacitados, y tienen todos los derechos, como cualquier otro ciudadano»
MARI CRUZ G.MADRE DE UN DISCAPACITADO «Las ayudas son necesarias para que todas las personas y familias con una discapacidad tengan las mismas oportunidades que el resto»
PAQUI RIVERA CENTRO OCUPACIONAL «Los trabajadores tienen derecho a cobrar. Nosotrosllevamos un año y medio sin recibir ni un céntimo»
Fuente: abc.es