Siete madres moañesas de la asociación Chuchamel se acercaron con sus bebés al centro de día en el que Afamo, la asociación de familiares de enfermos de alzhéimer de O Morrazo, atiende a cuarenta afectados por esta y otras demencias. Se trataba de una terapia para animar a los enfermos leves, casi todas mujeres, a recuperar recuerdos y emociones que día a día caen en el pozo del olvido.
«El contacto con los bebés, además de ser muy agradable, les reporta muchos beneficios: se produce una mejoría a nivel cognitivo, aumenta su autoestima, reduce los niveles de depresión y refuerza los vínculos sociales. Ayuda a crear una conducta de relación social positiva, una forma de conectar con los sentimientos y emociones del enfermo. Es un medio de comunicación entre los bebés, sus madres y los enfermos de alzhéimer a través de la palabra, los gestos y el cuerpo», dice Afamo.
Las madres llegaron a partir de las once. Entraron con sus hijos en la sala en la que las esperaban unas quince afectadas por la enfermedad. Se sentaron en el suelo con los pequeños hasta que las monitoras les pidieron que se acercasen a las mesas.
La reacción de las enfermas fue inmediata. Empezaron cogiendo los peluches de los niños para agitarlos ante sus ojos. Al poco, unas acariciaba a los bebés mientras otras les hacían todo tipo de carantoñas. Una señora chocaba una y otra vez su frente con la de un pequeño, que agradecía riendo aquel contacto. En una de las mesas, las enfermas rompieron a cantar y acabaron contagiando al resto.
Cánticos
Cantaron Los cinco lobitos, A ro ro mi niño, Daba, daba, daba y, ya totalmente desinhibidas, canciones más alejadas de la tradicional música infantil, como Quedaches de vir ás nove y otras piezas gallegas. Las afectadas y las madres lo hacían batiendo palmas y los bebés trataban de copiar el gesto. La terapia se convirtió finalmente en una fiesta.
«Los niños les transmiten mucha alegría. Algunas que parece que están enfadadas todo el día cambian totalmente. Recuperan recuerdos y les hacen aflorar emociones», afirma la responsable del centro de día.
No participaron los enfermos más graves, en su mayoría hombres. Solamente un afectado se sumó a la sesión, que duró poco más de una hora.
Otros encuentros
Afamo organiza a lo largo del año otros encuentros con un doble objetivo: que los enfermos revivan situaciones pasadas y, al mismo tiempo, mostrar una situación que cada vez está más presente en las familias. Recientemente, expusieron en los colegios moañeses mediante charlas, juegos, teatro y cuenta cuentos, en qué consiste el alzhéimer.
El objetivo es que los escolares entre seis y once años vislumbren qué significa a convivir con la enfermedad.
En otro de los talleres participan los enfermos y jóvenes con discapacidad intelectual. Afamo busca con esta actividad, que incluye cocina y teatro, concienciar a la sociedad sobre la necesidad que unos y otros tienen de sentirse comprendidos y tratados en igualdad de condiciones.
Fuente: lavozdegalicia.es