Los perros vuelven a demostrar por qué se les considera los mejores amigos del hombre. No sólo son capaces de ser fieles a sus amos, sino que en esta ocasión forman parte de un programa para ayudar en la rehabilitación de personas afectadas por el Alzheimer.
Los encargados de poner en marcha esta labor social son la Asociación Protectora de Animales y Plantas El Arca de Noé y la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer. Su labor conjunta ya se produjo el año pasado, con “muy buenos resultados”, según comentaron las profesionales que organizan el programa.
La labor, en principio, parece sencilla. Se trata de una actividad en la que los animales hacen una visita a los enfermos, con el objetivo de interactuar con ellos. “Es un acto muy entrañable”, comentó Rosario Verdejo, voluntaria del Arca de Noé, por lo que era casi obligatorio volver a repetir la experiencia. Según comentó la joven se han realizado diversos estudios sobre las terapias con animales como protagonistas, que demuestran que tanto a nivel físico, psicológico, emocional y social porporciona a las personas unos beneficios “muy interesantes”. Desde el punto de vista de la protectora, la visita alberga un sentido de concienciación muy importante, ya que se realiza un acercamiento de los animales hacia las personas a nivel social. Los perros que se han empleado para desempeñar este proyecto son animales que la protectora recoge de la calle.
El abandono animal, cada vez más extendido en todas las zonas del mundo, también puede suponer un efecto negativo en los canes, que también se ven beneficiados con este tipo de actividades al recibir el cariño y afecto que no tenían co sus dueños. “Es un contraste con el maltrato y abandono que han sufrido anteriormente”, señaló Verdejo, quien aclaró que los animales allí presentes no muestran miedo a las personas pese a la experiencia, lo cual es “muy positivo”.
La selección de los canes, evidentemente requiere un proceso en el que hay que ser cuidadoso para desarrollar con éxito el programa. Desde la protectora intentan escoger a los animales que se muestren más tranquilos, a fin de que transmitan esa tranquilidad a los enfermos y respondan de manera satisfactoria a todas las situaciones.
El Arca de Noé ya probó este tipo de actividades en el mes de mayo con niños autistas. La patología no parece ser determinante para iniciar un proyecto. La compañía de los animales se erige como esencial. Así lo narró Verdejo al asegurar que desde la protectora se muetran abiertos a iniciar cualquier tipo de evento de estas características, ya que son consientes de “los beneficios que pueden aportar los animales socialmente”.
Por su parte, María García, como fisioterapeuta y colaboradora de la asociación, aseguró que la experiencia del año pasado les sorprendió gratamente, ya que los resultados obtenidos fueron mayores de lo esperado.
Reacios al diálogo
Hay que tener en cuenta que las personas con Alzheimer y otras patologías similares suelen mostrarse reacios a la hora de tener que entablar una conversación o sociabilizarse con su entorno. La comunicación con los animales resulta más sencilla.
Una simple caricia y un meneo de cola del can es suficiente para demostrar que existe una química entre el animal y el enfermo. Está claro que la labor que realizan va mucho más allá de lo meramente terapéutico. Con razón tienen fama de ser los mejores amigos del hombre. La sonrisa de muchos de ellos refleja claramente que están cómodos con ellos.
Aún así, en el grupo de más de diez personas que se encontraban en el centro de la asociación hay varios ancianos cuya enfermedad está muy avanazada.
María García recordaba el caso particular de una señora que se encontraba muy inquieta, nerviosa y cómo cambió radicalmente su actitud en cuanto uno de los perros se acercó a ella. “Es muy beneficioso para ellos el mero hecho de acariciarlos”, concretó.
Aunque no es el caso de la asociación, muchas personas que reciben la visita de los canes como parte de una terapia terminan adoptando a los animales y darles un nuevo hogar.
De hecho, los enfermos de Alzheimer están recibiendo toda la atención que desde las instituciones se puede proporcionar. Recientemente, un nutrido grupo de afectados formó parte del ‘Programa de Vacaciones’ organizado por la Consejería de Salud y Bienestar, junto a la Federación de Asociaciones de Alzheimer, cuyo objetivo se cimentó en aliviar un tanto la situación del cuidador habitual y atender al enfermo en un ambiente agradable y enriquecedo.
Además de los enfermos y familiares, también se desplazó hasta La Manga, como no podía ser de otra forma, un completo equipo compuesto por 58 profesionales altamente cualificados para supervisar y atender todas las necesidades de los presentes.
Fuente: eldiadigital.es