El bajo estado de ánimo puede convertirse a largo plazo en uno de los principales factores que influyen a la hora de padecer alzheimer. De esta forma, las personas que han sufrido en el pasado depresiones pueden ser más vulnerables a esta enfermedad mental que otras, según los datos que se desprenden de dos estudios científicos de los que informó la cadena británica BBC. El trabajo realizado por expertos del Centro Médico de la Universidad Erasmus, de Rotterdam, indica que hay más del doble de probabilidades de aparición de esta enfermedad en gente con un historial médico con problemas en los estados de ánimo. La probabilidad es incluso cuatro veces mayor en individuos que han sufrido episodios recurrentes de depresión antes de cumplir 60 años.
El estudio holandés es de alcance limitado, ya que los investigadores observaron durante seis años a una media de 486 personas, de las que solo 33 desarrollaron alzheimer. La directora del equipo, Monique Breteler, reconoció que los médicos aún no saben «si la depresión contribuye al desarrollo de esta enfermedad o si otro factor desconocido es el desencadenante tanto del bajo estado de ánimo como de la demencia». Una teoría existente es que la depresión podría originar la muerte de células en dos áreas del cerebro, el hipocampo y la amígdala, lo que podría a su vez contribuir a esta enfermedad mental. Sin embargo, el estudio holandés no ha descubierto diferencia alguna de tamaño en esas áreas cerebrales entre personas depresivas y las que no han desarrollado el alzheimer.
Para otro análisis, esta vez norteamericano, de la Rush University, que se publicó en los Archives of General Psychatry, se observó durante 13 años a más de 900 sacerdotes católicos, de los que 190 desarrollaron demencia. Sin embargo, no se detectó un fuerte incremento de los síntomas derivados del bajo estado de ánimo en las fases tempranas de la enfermedad e incluso después de que se diagnosticó la dolencia no aparecieron esos signos de modo general, sino en algunos individuos muy concretos. Según Robert Wilson, uno de los autores del análisis, «los síntomas depresivos pueden estar vinculados a ciertas alteraciones concretas en el cerebro que reducen de alguna forma la reserva neural, que es la capacidad que tiene el cerebro de tolerar la patología asociada con el mal de alzheimer». alimentación.
La búsqueda de soluciones para prevenir esta dolencia pasa por un análisis alimenticio. De esta forma, una dieta rica en aceites de pescado puede proteger frente al deterioro de las funciones cerebrales y la demencia, según un trabajo realizado en la Universidad de Aberdeen (Escocia). El resultado, que se publicó en el American Journal of Clinical Nutrition, indicó que ese potencial beneficioso no se da en los individuos portadores de un gen que los hace más propensos a desarrollar esta patología. «El mensaje es que el aceite de pescado es bueno para el 75 por ciento de la población, pero que no hay que esperar ningún dato saludable desde el punto de vista de las capacidades mentales si una persona es portadora de ese factor genético», señaló el profesor Lawrence Whalley. «Un 25 por ciento de la población lleva ese factor de riesgo genético», subrayó Whalley, según el cual las investigaciones efectuadas indican, pese a todo, que una dieta rica en aceites omega 3 pueden reducir el riesgo de desarrollar esta enfermedad mental.
Análisis anteriores indicaron ya que este producto protege contra el alzheimer, pero este último muestra sus efectos a nivel molecular al haberse medido la cantidad de ácido graso, especialmente derivado del los aceites del pescados, presente en los glóbulos de la sangre. «El régimen alimenticio es un factor de riesgo muy importante en esa devastadora enfermedad», señaló Rebecca Wood, directora ejecutiva de la Fundación para la Investigación del Alzheimer, del Reino Unido. En el estudio, cofinanciado por esa fundación y el Wellcome Trust, participaron 120 personas de más de 64 años que se sometieron en 1947 a un test de inteligencia y a los que se les hizo una nueva prueba mental además de analizarles su consumo de omega 3 a lo largo de los años.
Fuente: Diario ADN