BILBAO. Este experto en Neurociencia de la Universidad del País Vasco (UPV-EHU) es uno de los organizadores, junto al también investigador de Ikerbasque Alexei Verkhrastsky, del congreso Reflexiones en Neurociencia: integración y desintegración del cerebro, que tendrá lugar en Bilbao los próximos 13 y 14 de junio. El evento científico, que contará con destacados especialistas vascos y del Estado en neurociencias, aportará como novedad la celebración de dos sesiones abiertas al público para que plantee al profesor Arellano sus dudas en torno a la enfermedad del olvido.
Factores genéticos, el ambiente, el modo de vida... ¿Cuáles son los factores etiológicos del Alzheimer?
Es una gran incógnita; desconocemos la etiología exacta del Alzheimer. Como en otras muchas enfermedades hay un componente genético, pero solo afecta a entre el 2 y el 4% de quienes la padecen. Sigue siendo una patología desconocida. Hay gente que fallece con Alzheimer y cuando se estudia su cerebro vemos que no la padecía. Otras personas que no la sufren, y llegan a ser muy longevos, resulta que sí tenían la enfermedad. Ahora estamos centrados en el estudio de un tipo de células del sistema nervioso que son las gliales y que protegen, al tiempo que ayudan a las neuronas. Son células que están alteradas, pero antes lo desconocíamos, y tal vez eso puede ser una etiología común. Aquí es donde expandimos nuestro trabajo.
¿Se puede producir un solapamiento de los síntomas de la depresión, demencia senil y el Alzheimer?
Siempre ha existido mucha controversia, incluso hay una escuela de pensamiento que dice que la gente que es depresiva tiene más probabilidades de sufrir Alzheimer. No obstante, eso no es así. Lo que suele ocurrir es que una persona cuando empieza a tener síntomas de enfermedad, o demencia en sí mismo, se da cuenta, porque en las primeras fases somos conscientes de lo que nos pasa. Se dan cuenta del avance del Alzheimer y se deprimen.
¿Cuáles suelen ser los primeros síntomas y a qué edad aparecen?
Hay que diferenciar entre lo que es enfermedad de Alzheimer y demencia senil tipo Alzheimer. Saber si realmente tenemos la enfermedad. De hecho, Alzheimer no la bautizó con ese nombre, lo hizo un colega suyo. Él la llamó demencia precoz porque el primer caso que detectó fue en una señora que tenía 51 años. Entonces, la enfermedad de Alzheimer, como tal, suele aparecer alrededor de los cincuenta; las demencias de este tipo pueden llegar a partir de los 60 años. Los primeros síntomas, en ambas dolencias, son siempre la pérdida de memoria, una amnesia en principio parcial, olvidarte dónde has dejado las llaves del coche, qué hiciste en la cocina. Luego se va haciendo más gradual con lagunas más grandes hasta llegar a no conocer a tu familia y olvidarse de las funciones fisiológicas del cuerpo.
¿Se pueden detectar los síntomas, antes de sus manifestaciones?
Aún no hemos llegado a eso. Con técnicas de imagen, de diagnóstico, se pueden ver ciertas alteraciones, pero no implica que el paciente vaya a tener Alzheimer. A nivel bioquímico podemos extraer líquido cefalorraquídeo. Se pueden hacer incluso análisis sanguíneos, pero no implica que encontremos esas moléculas para que las tengamos o no. En 10 o 15 años conseguiremos retrasar el avance, pero no curarlo
¿Mientras no se consiga la sustitución neuronal no habrá solución?
Desgraciadamente es así, pero más que la sustitución -porque eso siempre suena un poco a quimera- y nos meteríamos con células madres con lo que ello conlleva de problemas éticos. En este sentido, sustituirlas sería imposible; lo que sí nos interesaría sería poder preservar más tiempo la neuronas perdidas.
Han publicado en 'Nature' que han conseguido transformar células de la piel en neuronas. ¿Puede ser un camino abierto en la solución definitiva del Alzheimer?
En cierto modo, nosotros trabajamos con células epiteliales (no son de la piel pero es el mismo tipo de tejido) y no debemos de olvidarnos que la naturaleza del cerebro es un neuroepitelio. ¿Qué podría ser una posibilidad? Pues sí. De hecho, nuestro laboratorio va a empezar la próxima semana a hacer trasplantes con este tipo de células, pero aún no sabemos lo que van a dar de sí. Hay cierta confianza, aunque no podemos decir que sea la solución.
Fuente: deia.com
