La aplicación de las técnicas de neuroimagen, entre las que figuran la resonancia nuclear magnética, de tensor difusión, morfometría basada en voxeles, espesor cortical y la tomografía por emisión de positrones (PET), han supuesto una revolución de gran importancia tanto en la comprensión de enfermedades neurológicas, como en la rehabilitación posterior de lesiones craneales. Al menos, así lo aseguró ayer el director del curso de verano de la Universidad de Málaga que se imparte en Vélez-Málaga sobre 'Imagen y otros métodos complementarios en neurociencia', Pedro González Santos.
Según González, que es director del Centro de Investigaciones Médico-Sanitarias (CIMES), la importancia de estas técnicas pasa por el diagnóstico precoz de enfermedades irreversibles como la demencia o el alzhéimer, ya que permite ensayar tratamientos preventivos y la rehabilitación posterior. Para este experto, tales técnicas son un instrumento muy importante para la investigación en neurociencias y en la neurología cognitiva al permitir conocer el sustrato de la mente humana.
«Podemos conocer las áreas cerebrales que se activan, dónde se sustentan las actividades y las conexiones entre las diversas áreas, o lo que es lo mismo fabricar un mapa cerebral, que es una de las iniciativas más importantes de los últimos años», explicó González Santos.
Para el director del CIMES, «el avance real en neurología depende del avance de las técnicas de imagen. Hace 30 años sólo teníamos la historia clínica y el examen físico de los enfermos. En el momento actual, en cambio, la neuroimagen es una herramienta de gran utilidad».
Fuente: diariosur.es