Miles de briviescanos hicieron gala de su amor por la patria chica ayer en el Canto del Himno, la cita más sagrada del calendario festivo de la ciudad. Bajo un sol sofocante, la Plaza Mayor se fue llenando de familias deseosas de cumplir con el ritual como cada 16 de agosto. La mayoría, como es costumbre, se situó en el mismo lugar que en años anteriores.
Como novedad, la Banda Municipal de Música interpretó una pieza introductoria que en esta ocasión fue una polka con un solo de trompeta. El tenor Miguel de Alonso subió al Templete y comenzaron los primeros acordes. Las autoridades y el pueblo entonaron con fervor la composición de los autores Rafael Calleja y Fray Justo Pérez de Urbel. Durante el canto, se vieron más de una lágrima, caras desencajadas por la emoción y alguna mirada al cielo en recuerdo de familiares desaparecidos. Concluida la estrofa Las aguas del Oca caminan al mar, así hacia Briviesca mis anhelos van, se produjo un estallido ensordecedor de aplausos y seguidamente, el público, coreó el nombre del director en funciones de la Banda de Música, José Félix Gómez, que ayer se estrenaba en la dirección del Canto del Himno.
reconocimiento. Momentos antes, se celebró una recepción oficial en el Ayuntamiento. En ella el alcalde, José María Martínez, hizo entrega de varios escudos municipales. En primer lugar se lo dio a Antonio Gallego, coordinador de los actos del centenario de la Cámara de Comercio, y seguidamente a Baldomero Santaolalla, nieto del alcalde que inauguró el Templete hace cien años. A continuación, fueron distinguidos Ignacio Santos, director de la emisora Radio Briviesca que este año cumple 25 años; Soledad Mena, representante local de la Asociación de Familiares de Alzheimer; y Noa Díez, joven briviescana que se ha convertido en la primera mujer del mundo en crear una nueva disciplina en artes marciales. El alcalde también entregó una placa al sacerdote Leoncio González, que en las próximas semanas dejará la capital burebana; a Eduardo Quintana, como representante de los briviescanos ausentes y a José Ramón Temiño, pregonero de las fiestas.
En el mismo acto, Martínez agradeció la colaboración de todos los colectivos de la ciudad que trabajan para dinamizarla y resaltó el trabajo realizado por la Corporación Municipal «para sacar adelante los proyectos importantes para Briviesca». Entre los invitados se encontraba el presidente de la Diputación, Vicente Orden, de quien dijo que era «un buen amigo de Briviesca y un buen amigo personal». La jornada festiva arrancó con un encierro que tuvo varios momentos de emoción y peligro pero sin graves consecuencias y con la degustación de sopas de ajo servida por la Asociación de Amas de Casa.
Fuente: diariodeburgos.es
