Después de formarse en Argentina, esta eibarresa desarrolla ahora esta disciplina poco conocida en el entorno
Después de cruzar el charco para desarrollar unos estudios que en España no se encuentran regularizados, María Rodríguez regresó a Eibar para desarrollar su profesión. Para ello ha puesto en marcha unos servicios de musicoterapia que ofrecerá en el centro Amandria de Bittor Sarasketa.
- ¿Cómo comenzó a interesarse por la musicoterapia?
- Estudié música en el Conservatorio de San Sebastián y después me fui a Argentina para hacer una licenciatura de cuatro años en musicoterapia.
- Musicoterapia. ¿En qué consiste? ¿Es música, psicología...?
- Es un conjunto de psicoterapia a través de la música, el sonido, la melodía, armonía, el movimiento corporal, la voz... Es un conjunto de psicología con expresión artística, expresión musical y expresión corporal. Por eso la formación se basa en esos cuatro ejes.
- ¿Hacia qué tipo de personas se dirige este campo?
- Se puede aplicar en el ámbito preventivo, educativo y clínico. En el preventivo, podría ser indicado para cualquier persona que quiera encontrar un medio para librar el estrés o como medio para canalizar emociones. También se puede dirigir a personas con discapacidad que quieran abordar la musicoterapia, no como un tratamiento clínico, sino como una manera de prevenir y mantenerse en un estado saludable. Luego, el ámbito clínico es algo más enfocado a un tratamiento, como puede ser un tratamiento psicoterapéutico o una psicoterapia mediante la música. En un tratamiento clínico ya hay una valoración inicial, un seguimiento constante, unos objetivos... Es algo más controlado y establecido para cumplir unos objetivos.
- ¿Y cuál es su aplicación en el ámbito educativo?
- Está enfocado a la prevención, por ejemplo a la adquisición de valores a través de una actividad musical, o adquirir aspectos de la educación. Por ejemplo, las actividades musicales permiten enseñar ciertos conceptos de la educación a través de un juego, de una creación musical o de una interacción.
- Pero la musicoterapia ¿cura?
- No se puede decir que cure. Lo que sí hace es mejorar el estado de bienestar de una persona, ayudarle a tener una mejor calidad de vida. No te va a curar un cáncer ni un síndrome de down. Lo que va a hacer es que puedas tener un lugar donde llevar mejor la carga o la enfermedad que tengas.
- ¿Cuesta que la gente se tome en serio una técnica como ésta?
- Sí. A muchos les suena a que si escucho una música me relajo o que si escucho otra me estimula la inteligencia. Sí hay estudios que hablan de eso, pero como disciplina, la musicoterapia es algo más serio, más controlado, con muchos estudios... Todas las producciones musicales de una sesión se analizan, se sacan unas conclusiones y se plantean nuevas líneas de investigación. No es algo tan sencillo como sentarse en el sofá de casa y escuchar música. Tiene que haber un terapeuta que lo controle, que vea qué música es la indicada, que haga un análisis de cuál es el ámbito sonoro de una persona...
- Pero...
- Pero al haber esa concepción de que musicoterapia es escuchar música y nada más, es un poco difícil que la gente tienda a ir a una sesión de musicoterapia. Así como en Argentina cualquiera va a una sesión de psicología, aquí nos cuesta mucho ir al psicólogo. Y al conocerse menos, ocurre lo mismo con la musicoterapia.
- En la práctica, ¿qué se escucha en una sesión de musicoterapia?
- Se aplica todo lo que para esa persona pueda ser significativo. Antes de empezar cualquier taller o cualquier tratamiento, hacemos un estudio de cuál es la música que le ha acompañado desde su experiencia intrauterina hasta la época actual. Entonces, la música que se use irá en base a lo que signifique para esa persona. Por eso se preguntan cuáles son las canciones de su infancia, de su adolescencia, de su vida adulta, los sonidos que le han acompañado en su vida...
- ¿Por ejemplo?
- Si cerca de casa pasaba el tren, o si se oía el ruido del río, esos sonidos van a hacer que esa persona pueda evocar ciertas situaciones de su vida y ciertas emociones. Por eso, la música que se elegirá siempre irá en base a la persona que venga y la situación en la que se encuentre. No hay nada preestablecido. No hay una música para los chavales de quince años. Irá en base a lo que cada persona traiga.
- ¿Qué actividades tiene previsto ofrecer en Eibar?
- Lo que vamos a dar son talleres de musicoterapia para embarazadas, creatividad musical para niños que consiste en que puedan desarrollar su propia creatividad a través del lenguaje musical y que a la vez, puedan trabajar grupalmente la cooperación, la ayuda, la escucha del otro, la evaluación propia, todo a través de actividades musicales.
- Pero los que no sepan de música...
- No hace falta tener conocimientos de música para recibir musicoterapia, porque no se trata de hacer algo bonito, sino de expresar, y la música es algo que a todos nos emociona y nos provoca sentimientos.
Referirse a la musicoterapia es hablar de algo desconocido para la gran mayoría. No es algo nuevo y a cualquiera le suena lo que puede ser. Sin embargo, la falta de reconocimiento hace que esta disciplina tenga un complicado recorrido, tanto para los profesionales que quieren dedicarse a ella como para las personas que puedan acceder a los servicios que ofrece.
- Usted tuvo que ir a Argentina para completar su formación. ¿No existe este tipo de terapia en España?
- Sí existe. Lo que ocurre es que no está reconocida como profesión. En otros países como en Argentina, por ejemplo, lleva cincuenta años de experiencia y está reconocido e inserto en hospitales, en educación, en áreas sociales... Aquí hay muchos profesionales pero al ser algo que no está reconocido por los ministerios de Educación y Trabajo, todos trabajan sin que mucha gente lo sepa. Si se busca se encuentra pero no es algo que se conozca mucho.
- Más que a la música, estamos expuestos constantemente al ruido. ¿Esto provoca el efecto contrario?
- Sí creo que la contaminación acústica puede crear bloqueos o enquistar algunas situaciones. La idea es encontrar un sitio en el que puedas crear, donde puedas analizar qué es lo que te mueve, donde puedas trabajar a partir de la creación, la escucha... Es un momento para uno y la música da mucho juego porque es muy flexible y se puede adaptar a cualquier situación. La música nos acompaña a todos a lo largo de nuestras vidas.
- ¿A qué edades se dirige la musicoterapia?
- Ya se empieza a hacer musicoterapia para embarazadas, como estimulación prenatal para mejorar la relación afectiva con la madre. Y también se hace musicoterapia con gente muy mayor, con problemas de demencia senil, Alzheimer... También se hace con personas en coma, con niños... Es algo que se aplica en todas las edades, según en lo que se especialice cada profesional.
Fuente: diariovasco.com
