A falta de grandes avances en cuanto al tratamiento del alzhéimer —y de, dicho sea de paso, notables frustraciones con ensayos que prometían mucho— de lo que más se habló en la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzhéimer, celebrada en París la semana pasada, fue de marcadores diagnósticos —fundamentalmente de neuroimagen y bioquímicos— dirigidos a su detección precoz..
La principal novedad para Pablo Martínez-Lage, coordinador del Grupo de estudio de neurología de conducta y demencias de la Sociedad Española de Neurología, es el desarrollo de radiofármacos marcadores de amiloide que serían de uso más generalizado que los que se emplean ahora.
"El radiofármaco que existe actualmente va marcado con isótopos de carbono, por lo que hay que sintetizarlo en el mismo centro y momento en el que va a ser aplicado pues tiene una vida media muy corta (20 minutos) y no todos los centros están preparados para sintetizarlo in situ". Por eso, se están desarrollando otros que van marcados con flúor, que tienen una vida media más larga, lo que permite que se sinteticen en un sitio y se utilicen en otro. "Esto es lo que, probablemente, va a permitir que esta técnica se generalice más que la de carbono", señala Martínez-Lage.
En París se presentaron resultados positivos con dos de estos nuevos radiofármacos: florbetapir y florbetaben, "lo que permite pensar que en un tiempo no muy largo se pueda generalizar el uso de estas técnicas", continúa.
En la misma línea, se expusieron resultados de técnicas modernas de resonancia magnética de análisis de atrofia en distintas zonas del cerebro con marcadores de neuroimagen y probabilidades de desarrollar la enfermedad. "En personas con fallos de memoria confirmados y cuadro clínico de deterioro cognitivo ligero las técnicas sofisticadas de análisis de imagen de resonancia dicen que una atrofia en el lóbulo temporal medial, cíngulo posterior, lóbulo parietal inferior y lóbulo temporal lateral suponen más riesgo de que esos fallos de memoria progresen a un cuadro de demencia en los dos años siguientes", cuenta el neurólogo.
Los ojos y el alzhéimer
La investigación relacionada con los ojos y la visión está cobrando fuerza generando varios trabajos. Tal es el caso de un estudio sobre el patrón de vascularización de la retina y cómo los pacientes con alzhéimer tienen este alterado.
El ensayo, llevado a cabo por el investigador de la Organización Científica e Industrial de la Commonwealth, Shaun Frost, analizó si los cambios en la retina del ojo podrían usarse para detectar precozmente el alzhéimer. El equipo de Frost reveló que el ancho de algunos vasos sanguíneos era significativamente diferente en las personas con signos tempranos de enfermedad en comparación con las sanas.
Además, los participantes que presentaban vasos anormales en sus ojos también tenían depósitos de una proteína relacionada con el alzhéimer, conocida como beta amiloide. "Estos resultados indican una relación entre los cambios en la retina y la carga de placa acumulada en el cerebro", explica Frost. Por eso, el estudio sugiere que sería posible usar las pruebas de retina junto con otras de biomarcadores para detectar el alzhéimer precozmente.
Sin embargo, este trabajo tiene algunas limitaciones para Martínez-Lage: "Entiendo que no puede tener un valor diagnóstico importante primero porque es una técnica difícil de hacer y laboriosa el analizar la vasculatura de la retina; y segundo, porque de momento es solo un trabajo y tampoco creo que vaya a dar un rendimiento importante", afirma.
Pese a todo, los controles visuales podían tener también un papel destacado en la detección de esta enfermedad, según un estudio liderado por Susan Stark, de la Universidad de Washington en St. Louis. Así, las personas que están en riesgo de desarrollar alzhéimer son dos veces más propensas a caerse que las personas sanas, por lo que la enfermedad podría detectarse mediante controles oftalmológicos.
Por último, una encuesta internacional, diseñada por Alzhéimer Europa y la Escuela de Salud Pública de Harvard, revela que el 85 por ciento de los preguntados y el 71 por ciento de los españoles tendría interés en conocer si padece la enfermedad antes incluso de padecer los primeros síntomas.
Fuente: gacetamedica.com