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La fragilidad debe ser una prioridad en el diseño de políticas de atención sanitaria a los mayores

Se entiende por fragilidad el riesgo de presentar efectos adversos como la discapacidad, la pérdida de movilidad, la mala calidad de vida, la institucionalización o la mortalidad por encima de los 65 años.

La fragilidad es el nuevo paradigma sobre el que debe basarse la atención sanitaria a los mayores. Así se ha expuesto durante el 55º Congreso de la Sociedad Española de Geriatría (SEGG) Y 2º Congreso de la Sociedad Valenciana de Geriatría y Gerontología (SVGG), que se está celebrando durante los días 12, 13 y 14 de junio en la ciudad de Valencia.

Este estado, conocido como fragilidad, hace referencia a el riesgo de presentar efectos adversos como la discapacidad, la pérdida de movilidad, la mala calidad de vida, la institucionalización o la mortalidad en por encima de los 65 años y supone un riesgo ajustado de mortalidad 5,5 veces mayor, un riesgo de nueva discapacidad 2,5 veces mayor y un riesgo de pérdida de movilidad 2,7 veces mayor que en una persona no frágil. Además, es más frecuente cuanto mayor sea el paciente, en el género femenino y en las personas con más enfermedades o discapacidad.

Vivimos más años, envejecemos mejor y anhelamos una vejez activa y con calidad de vida hasta edades muy avanzadas. Sin embargo, no todos envejecemos igual. La carga genética nos predispone a un mejor o peor envejecimiento, pero éste, también se ve modulado por nuestros estilos de vida (nutrición, ejercicio, hábitos tóxicos como tabaco y alcohol), aspectos preventivos como la vacunación, y por la carga de enfermedad padecida. Por todo ello, es imprescindible identificar qué personas en edades avanzadas de la vida, autónomas y con vida plena, están en riesgo de presentar eventos adversos graves de salud como discapacidad, pérdida de movilidad, mala calidad de vida, institucionalización o mortalidad.

Estudios poblacionales internacionales, pero también nacionales (Estudio FRADEA en Albacete, Estudio de envejecimiento saludable en Toledo, Estudio Peñagrande en Madrid y estudio FRALLE en Lleida) han llegado a la conclusión que aproximadamente el 10 por ciento de los mayores de 65 años son frágiles, y que aproximadamente el 40-50 por ciento son prefrágiles, es decir, en riesgo de convertirse en frágiles en los dos años siguientes, ha explicado el doctor Pedro Abizanda Soler, jefe del Servicio de Geriatría del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete.

Estos datos hacen necesaria la identificación de este subgrupo de mayores frágiles porque esto permitirá implementar actuaciones preventivas y terapéuticas que retrasen o reduzcan la carga de discapacidad, y debe ser una prioridad en la elaboración de las políticas de atención sanitaria a los mayores, explica el doctor Abizanda.

Las principales intervenciones que han demostrado su eficacia para prevenir e incluso revertir el estado de fragilidad son el ejercicio físico (posible y necesario a cualquier edad monitorizado por expertos), una nutrición ajustada a las necesidades específicas de los mayores, la valoración geriátrica y la intervención sobre los principales síndromes geriátricos con un ajuste de la medicación a las características de esta población. Asimismo, están apareciendo en los últimos años modelos de atención sanitaria específicos coordinados entre atención primaria y especializada para identificar y tratar a los mayores.

Cabe destacar que España lidera actualmente en Europa la investigación en envejecimiento y fragilidad a través de una Red Temática del Instituto de Salud Carlos III (RETICEF) coordinada por el Dr. Rodríguez-Mañas, con 28 grupos de investigación básica, clínica y epidemiológica que aúnan conocimientos, esfuerzos y proyectos. Asimismo, en los próximos meses comenzará un ensayo clínico internacional multicéntrico liderado desde España que analizará si una intervención geriátrica multicomponente y multiprofesional basada fundamentalmente en ejercicio, nutrición, valoración geriátrica y control de medicación es eficaz para prevenir la fragilidad, informa Abizanda.

Contenido del Congreso

En esta 55 edición del Congreso de Geriatría y Gerontología, además de la formación clínica y científica, se tratarón distintos temas como el Alzheimer, células madre y medicina regenerativa, experiencia e intercambio intergeneracional, genes y longevidad, fragilidadeX03 Pero, debido a las actuales circunstancias económicas, habrá contenidos orientados al aspecto gestor de la Geriatría y Gerontología y, más concretamente, aquella que recoge el análisis del modelo de actividad geriátrica implantado en la Comunidad Valenciana, que se circunscribe en el llamado modelo hospitalista.

Fuente: discapnet.es

Con la colaboración de