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La crisis y el retraso en las ayudas alivian la saturación de los geriátricos

La crisis y el retraso en los pagos de las ayudas vinculadas a la ley de dependencia están provocando algo que parecía imposible: la aparición de un número importante de plazas libres en los geriátricos privados de Galicia. El sector ha crecido de manera considerable en los últimos años al calor de unas buenas expectativas, pero la actual coyuntura económica ha permitido aliviar el colapso por la falta de plazas, o al menos en parte. También se está incrementando una nueva modalidad, las estancias temporales.

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Las últimas cifras elevan a 164 los centros residenciales para mayores que funcionan en Galicia, que ofrecen unas 15.000 plazas. En torno al 70% de los centros son de titularidad privada, mientras que el 30% restante está en manos de las distintas administraciones. La Xunta gestiona 29, con 3.324 plazas. Pero el sector sitúa en unas 3.000 las plazas privadas en Galicia sin ocupar, una cifra que en España supera las 42.000 camas.

El sector tiene claro que la solución pasa por aumentar la concertación de camas --estancias en centros privados sufragadas en su mayor parte por la Administración--, porque muchos mayores no pueden acceder a una plaza por falta de recursos. ''La Xunta tiene ahí una oportunidad, ya sea aumentando las plazas concertadas o agilizando los expedientes de la ley de dependencia'', explica Josefina Fernández, directora general de la compañía Geriatros.

Fernández admite que la crisis ''se está notando''. El Imserso calcula que el precio público de una plaza en Galicia ronda los 20.600 euros anuales, frente a los 723 euros al mes que cobra de media un jubilado gallego. El alto coste se explica por los cuadros de personal que requieren las residencias y la atención especializada que ofrecen a los usuarios, nada que ver con la de una residencia al uso. Pero las cuentas no salen. ''Hay mucha gente pagando una residencia privada y ahora necesita ese dinero'', explica la responsable de Geriatros, compañía con once centros en Galicia. ''En las plazas concertadas todavía no se está notando'', añade.

Ante esta situación, las esperanzas --y también los temores-- del sector residencial están depositadas en la aplicación efectiva de la ley de dependencia y en el incremento de las ayudas a través del cheque asistencial, que permiten sufragar parte del coste de las residencias.

Estancias temporales
Pero ante la imposibilidad de afrontar el coste de una plaza fija, muchas familias gallegas están optando por utilizar los centros de la tercera edad a través de estancias temporales. Una de las modalidades con más éxito es la que se conoce como 'respiro familiar', una estancia de corta duración que permite a los cuidadores ''hacer un viaje o tomarse unas vacaciones'', explica Antonio Taboada, director de un centro en Oleiros. El incremento de la demanda ya se notó en el pasado puente del 17 de mayo.

Pero no es el único tipo de estancia temporal que gana peso día a día. También aumentan los ingresos por convalecencia --los centros permiten una mejor rehabilitación del mayor-- y las estancias de fin de semana. Estas últimas funcionan como complemento a los centros de día, en los que permanecen los mayores de lunes a viernes o sábado.

Las peticiones suben en verano
Se acerca el verano y las residencias se preparan para atender el incremento de la demanda que se produce en época estival. ''Es un tipo de estancia que está creciendo'', explica Antonio Taboada, director del centro Geriatros en Oleiros. Algunas familias optan por dejar durante estos meses a los mayores que tienen a su cargo alojados en residencias. Al llegar septiembre, vuelven a sus casas.

Las estancias temporales de vacaciones no sólo son frecuentes en verano. También se utiliza esta fórmula en Navidades e incluso en los puentes festivos. Los centros residenciales ofrecen estancias específicas para casos de rehabilitación.

Fuente: galiciae.com

Con la colaboración de