Las familias lo agradecen de corazón, y es que, ante todo, la unidad de respiro de la Asociación de Enfermos de Alzheimer (Afami) pretende facilitar el descanso de los cuidadores y mejorar la calidad de vida de todos. Hasta hace año y medio, cuando este servicio se puso en marcha en Miranda, para muchas familias con pacientes a su cargo era impensable planear unas vacaciones o, al menos, ausentarse durante unos días.
Ahora, poco a poco, todos están comprobando con sus propios ojos las ventajas de este servicio que presta la asociación y que atiende al enfermo las 24 horas del día durante un plazo máximo de dos semanas. Como si de un hotel se tratara, la presidenta de Afami, Eulalia Mallofré, asegura que «durante todo el verano se roza el lleno absoluto». En los tres meses estivales, la ocupación de las tres camas con las que cuenta la unidad de respiro en el local situado en Ciudad de Vierzón 52 supera el 90%. Una auxiliar de enfermería no les quita el ojo durante la noche. Al día siguiente, por el día, los pacientes participan junto al resto de enfermos en terapias y actividades.
AVISAR CON TIEMPO. «Ahora mismo podría haber algún hueco para algunos días de septiembre, pero por ejemplo para fechas concretas como San Juan o Semana Santa del año que viene ya no hay sitio», afirman desde Afami. Lo cierto es que poco a poco las familias van aprendiendo y planifican sus salidas con tiempo. «Es importante que nos digan con antelación cuándo se quieren marchar para que tengan una plaza». Aun así, a pesar de las ventajas que ofrece la unidad de respiro (pionera en su día en Castilla y León), únicamente alrededor del 45% de los casi cien pacientes que atiende Afami ha hecho uso de este servicio que supone un coste para las familias de 60 euros por noche.
Con los datos en la mano, durante el primer semestre del año atendieron a 47 mujeres y sólo 3 hombres. Esta diferencia tan abismal se debe sobre todo, según Mallofré, a que cuando el cuidador es el cónyuge del enfermo, «les cuesta más dejarlos aquí», mientras que el resto de casos (hijos u otros familiares) lo ven con más naturalidad. «Para nosotros es una gran satisfacción dar este servicio, que las familias puedan marcharse tranquilas unos días y desconectar», valora.
Por el momento, Afami no aumentará el número de camas. Se pide, no obstante, «organización y comprensión» a las familias para que todos puedan beneficiarse de este servicio.
Mejorando la calidad de vida
Dos psicólogas y una terapeuta ya han comenzado a trabajar para tratar de dar «la máxima calidad de vida» a los pacientes de Alzheimer. Lo hacen a través de un novedoso método denominado Dementia Care Mapping (DCM), supervisado por la Fundación Alzheimer Cataluña. Apenas empleado en España, este programa permite mejorar el conocimiento de cuáles son las actividades más beneficiosas para cada enfermo. Por el momento, las profesionales están evaluando minuto a minuto el comportamiento de un pequeño grupo enfermos, pero su intención es llegar a los cien usuarios de Afami.
«Lo valoramos dos personas a la vez para que nos salga la misma gráfica. Así vemos cuando el enfermo está mejor y qué actividad es la que más le motiva», explica una de las psicólogas, Rosa García. Con los resultados, se elaborará un programa personalizado para cada paciente.
Fuente: diariodeburgos.es
