Recuerdos de toda una vida que se van desvaneciendo poco a poco. Un sinfín de capacidades que se pierden sin saber muy bien cómo y, si no se pone remedio, toda su existencia quedará sumida en el olvido.
Así viven el día a día los enfermos de Alzheimer que, con el total apoyo de sus familiares, luchan a diario para vencer al olvido.
Afortunadamente asociaciones como AFA Guardo (Asociación de familiares de enfermos de Alzheimer y otras demencias), prestan servicios y asistencia a las personas que padecen esta enfermedad degenerativa.En la actualidad una veintena de personas trabajan para que esta organización desempeñe su labor y cumpla con el objetivo de prestar asistencia a los enfermos y apoyar a las familias para que aprendan a convivir con este trastorno y así, puedan superar la carga psicológica a la que se enfrentan.
Sin embargo, son muchos más los socios que colaboran con este colectivo. Hasta la fecha se contabilizan alrededor de un centenar de asociados que prestan su apoyo tanto a nivel económico como con la realización de diferentes actividades o trabajos destinados a mejorar las prestaciones que ofrece AFA.
Lali Pinilla, presidenta de la asociación, afirma que, «estamos muy contentos por el apoyo que recibimos del pueblo ya que siempre están dispuestos a colaborar y, además, se encargan de difundir la labor que realizamos».
ASISTENCIA. Aunque en la época estival desciende el nivel de usuarios que se valen de estos servicios, durante todo el año acuden un total de nueve personas que se acercan hasta las instalaciones para recibir asistencia y luchar contra este mal por el que se ven afectados.
Para desarrollar su capacidad cognitiva, desde la asociación realizan diferentes actividades en las que trabajan con los enfermos tanto de manera individual como colectiva.
La Unidad de Respiro Familiar es una de estas actividades que se lleva a cabo de lunes a viernes durante tres horas diarias. La finalidad de ésta es, «dar un respiro al cuidador habitual para que pueda disponer de tiempo libre», explica Marta Landáburu, psicóloga del centro. Además, estudian también la situación de cada enfermo para determinar la forma de trabajar con cada uno.
Por otro lado, es importante señalar que durante estas reuniones se potencian las relaciones sociales de los enfermos y que así, «interactúen con otras personas y no se aíslen», puntualiza la psicóloga.
Además, a partir de septiembre se comenzará de nuevo con las reuniones del grupo de autoayuda que sirve para que «los familiares expresen sus sentimientos y, al compartir experiencias, no se sientan tan solos. También sirve de concienciación a las familias para que sepan actuar ante la situación a la que se enfrentan», explica Pinilla.
METAS. Durante la década que llevan ofreciendo sus servicios en la localidad han acometido varios proyectos y han conseguido alcanzar pequeñas metas para mejorar la calidad de su atención. De esta manera pretenden seguir ejecutando proyectos y planteándose nuevos objetivos a corto plazo.
Así, el primero de ellos es potenciar el voluntariado para crear una red más amplia y dar una mayor cobertura. Landáburu matiza que «estas personas no estarán desamparadas porque se inscribirán en el registro provincial de voluntariado. Además, pretendemos que realicen una preparación previa para que sepan a lo que se enfrentan».
En este orden de cosas, también tienen previsto, a muy corto plazo, reformar las instalaciones de la asociación para que pueda acudir más gente.
El gran objetivo, que por el momento no podrá alcanzarse, es la conversión de la asociación en un Centro de Día para que así «los enfermos de los pueblos tengan mayores facilidades ya que los desplazamientos son uno de los principales problemas», comentan.
Todos se muestran agradecidos ante la colaboración de los Ayuntamientos, la Diputación Provincial, la Gerencia de Asuntos Sociales de la Junta y otras asociaciones como Afacayle y Ceafa ya que «hacen que nos sintamos respaldados», explican.
Fuente: diariopalentino.es