Cesta de la compra

{{#if has_items}}
{{#each line_items}}
{{ full_title }}
{{ quantity }}
{{{ subtotal_human }}}
{{/each}}
Subtotal {{{ subtotal_human }}}
{{#if coupon_name}}
Cupón de descuento {{ coupon_name }} - {{{ coupon_discount_human }}} x
{{/if}} {{#if donation}}
Donación {{{ donation_human }}}
{{/if}}
{{#if shipping_handling_left_for_free}}
(Te quedan {{{ shipping_handling_left_for_free }}} para que el envío sea gratis)
{{/if}}
{{#if tx_okstock}} Envíos en 72h. {{/if}} {{#if delivery_date}} El pedido te llegará el {{ delivery_date_human }} {{/if}}
Total {{{ total_ceafa }}}
{{else}}
Actualmente no tienes nada en la cesta de la compra. Ir a la tienda.
{{/if}}

Imagino una humanidad en la que haya muchas menos enfermedades

Se siente 100% irundarra y 100% donostiarra, ciudades en las que se retrata la infancia de este guipuzcoano que ahora, bromea, vive en el «exilio» vizcaíno.

Félix Goñi (1951), catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la UPV y director de la Unidad de Biofísica del centro mixto CSIC-UPV, ha sido nombrado presidente del Comité de Relaciones Internacionales de la Sociedad Americana de Biofísica. En 2006, se encargó de organizar un congreso de esta sociedad en Baltimore. Fue el primer extranjero con semejantes atribuciones.

– ¿Qué supone este nuevo nombramiento?

– Básicamente, un poco más de trabajo (se ríe). Era miembro del comité desde hace unos años, ahora se iba a cambiar de presidente y me han pedido a mí que lo presida. Esto es como en ‘El Padrino’: son ofertas que no se pueden rechazar.

– ¿Cuáles son las atribuciones de este cargo?

– El presidente coordina la tarea del comité, que fundamentalmente intenta contribuir de una manera muy muy pequeña a nivelar las enormes diferencias económicas entre los distintos países en los que se hace Biofísica. La Biophysical Society es americana, pero como es la sociedad más importante del mundo cerca de una tercera parte de sus miembros no son americanos. Así que en la práctica, si no de derecho, sí de hecho, es una sociedad internacional.

Y lo que quiere es que todos sus socios tengan acceso por lo menos a sus congresos. Para ello dedica una cantidad de dinero a facilitar que científicos extranjeros, sobre todo jóvenes y de países pobres, puedan acudir a estos congresos.

También quiere facilitar cursos y conferencias y actividades en estos paísesmenos favorecidos. El Comité de Relaciones Internacionales es el encargada de distribuir esos fondos.

– Hablaba de la desigualdad entre los distintos países. ¿En Euskadi y en España, ser científico suponer se un Quijote o ya no?

– No. Hoy, gracias a Dios, uno es científico como se es sastre o abogado.

Es un oficio. El problema es que sigue habiendomuypocos.Hay muy pocas plazas de científico, pero si uno consigue uno de esos puestos, tiene unas condiciones de trabajo razonables para vivir y para investigar.

–Dice que es un oficio comootro, pero algo distinguirá a un sastre o a un abogado de un científico...

– Hay una frase, que no me acuerdo de quién es, que dice que el científico es el que ve lo mismo que han visto todos los demás pero se fija en algo en lo que nadie había reparado hasta entonces. Eso es lo que le caracteriza al científico. Todo el mundo ve cosas, considera natural que la gente se muera, que el medio ambiente se degrade... Pero el científico, de repente, ve que esto a lomejor se deba a esta razón, se podría arreglar de esta forma... El científico se hace preguntas, y otra característica es que no se cree nada.

– ¿Y cómo ve de espíritu crítico a la sociedad actual?

–A medida que vamos siendo más ricos, nos vamos preocupando menos de las cosas, nos vamos haciendo más acomodaticios.

– ¿Se puede hablar de crisis de vocaciones científicas?

– En Euskadi, comoen todo el mundo civilizado, hoy hay menos vocaciones científicas que hace veinte años. Nuestra juventud esmenos romántica y le interesa tener un trabajo con un sueldo fijo lo antes posible. Con la Ciencia, uno no puede soñar con tener un trabajo fijo hasta diez años después de haber acabado la carrera, y hay mucha gente a la que eso le echa atrás. A nosotros nos parecía estupendo.

Esta es una actividad romántica. En una sociedad en la que prima el dinero rápido... Pero esto ocurre en todo el mundo desarrollado. Hoy en los Estados Unidos no habría Ciencia si no fuera por los chinos. Si tuvieran que contar con los  estudiantes de doctorado y postdoctorales de Estados Unidos, cerraríanHarvard, Yale y las demás. Hay muchas menos vocaciones de las que serían deseables. Pero esto también es un poco la pescadilla que se muerde la cola: no hay vocaciones porque no haymuchas plazas pero tampoco se generan estos puestos porque no hay vocaciones...

–Recordamos su tenacidad y la de Pedro Miguel Etxenike, que posibilitó la puesta en marcha de dos centro mixtos entre la UPV y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

– Fue un hito, en un 90% debido a Pedro. Profesionalmente, estoy satisfecho de mi trabajo de investigación, pero de la parte administrativa de mi trabajo, creo que lo que más me satisface es haber creado el centro mixto, porque además eso da oportunidad a que se generen puestos de trabajo de investigadores, técnicos...

– ¿Cómo valora la eclosión de centros de investigación en Euskadi?

–Muy positivamente. Es fundamental. or lo que a nosotros respecta, por ejemplo, tener un Biogune, un Biomagune o unNanogune es extraordinario, porque antes estábamos solos. Esto de la Ciencia en gran parte depende de las neuronasque tenga cada uno, pero aparte de eso también sonmuy importantes las interacciones. El tener ahora estos centros para nosotros es estupendo.

– Sabe que en esas investigaciones depositamos la esperanza de una vida mejor. ¿Lograremos vencer al Parkinson o al Alzheimer?

– Desde luego, soy muy consciente de que estos centros son el depósito de las esperanzas de la sociedad y también de los recursos económicos, porque vivimos del presupuesto público. Soymuy consciente, lo digo muchas veces y por eso también tengo un cierto interés, quizá no todo lo que debiera, para hacer un trabajo de divulgación, para que la gente sepa lo que se está haciendo con su dinero. ¿Si se curarán todas esas enfermedades? No puedo poner fecha pero creo que sí, aunque vendrán otras.

No puedo imaginar una vida humana sin enfermedad. La enfermedad puede ser propia de la naturaleza humana y ademásme da la sensación de que, pero esto de verdad no lo sabe nadie, el diseño del cuerpo está limitado en el tiempo. Y ya lo estamos estirando mucho, pero probablemente a partir de cierto punto no se podrá estirar más. Pero sí es posible imaginar una humanidad en la que haya muchas menos enfermedades hasta que llegue un final más o menos rápido.

– Así que no nos empeñemos en vivir 120 años...

–Da la sensación de que esto no da más de sí. La especie humana está hecha para vivir unos 40 años. Hasta anteayer, vivía 40 años, quitando algún rey o algún obispo, que como no pegaban ni golpe y comían todos los días, hasta vivíanmás tiempo.

Hoy, la mayor parte de los seres humanos que no tenemos en cuenta, no vive más allá de los 40 años. El ser humano está hecho para vivir 40 años y todos los demás se deben a la ciencia, a la técnica. Pero me da la impresión de que incluso eso tiene un límite...

- La inmortalidad.

- Es que si no hubiera límite, esto sería aburridísimo. Hay alguna novela sobre personas inmortales y, como lector, aquello me producía angustia.

- La inmortalidad parece imposible, pero otros avances más cercanos, como la clonación o el uso de células madre embrionarias plantean dilemas éticos.

- La técnica nos pone en situaciones que ni sospechábamos: alargamiento de la vida, las células madre, los mamíferos clónicos... Son situaciones que no han supuesto un problema hasta que la técnica nos ha puesto con la posibilidad, aunque sea remota, por ejemplo de tener seres humanos clónicos. Pues si esto es así, ¿qué habrá que hacer? Y en cuanto a las células madre, ¿podremos usar embriones o no? Estos dilemas éticos hace cincuenta años no existían, pero también es verdad que todos los progresos han traído algo negativo. El progreso éticamente es neutro, ni es bueno ni es malo, pero se puede usar bien o mal. Cuando en el segundo milenio antes de Cristo vinieron los indoeuropeos a invadir lo que ahora es Europa y trajeron como gran avance el carro, me imagino que los que morían aplastados por aquello no darían vivas al invento, digo yo. Pero la rueda es un gran progreso.

- Hablando de progreso, usted ha expuesto la paradoja del ser humano que desea vivir una vida más larga y mejor pero, por otra parte, teme las consecuencias negativas que los avances del conocimiento puedan conllevar.

- Ahora, más que nunca, porque hace treinta años prácticamente no existía, pero en las últimas tres décadas se ha producido ese miedo irracional al progreso, a la técnica, que si las ondas de la telefonía móvil, el tren de alta velocidad, los alimentos transgénicos, las vacunas... De repente todo es peligrosísimo, pero eso ocurre al mismo tiempo que dependemos totalmente de ello. No sabemos vivir sin eso. Es uno más de los aspectos paradójicos de la conducta humana.

Fuente: diariovasco.com

Con la colaboración de