Incurable, degenerativa y que ataca directamente a la memoria de las personas hasta el punto de llegar a olvidar realizar acciones tan cotidianas como el comer. Se trata de la enfermedad conocida como Alzheimer, una afección que padecen unas 10.500 personas mayores de 65 años en Asturias y que ayer desgranó la neuróloga del Hospital de Cabueñes Carmen Martínez en una charla organizada por la Sociedad Económica de Amigos del País en la Casa de Cultura.
-Algunos laboratorios han comenzado a ensayar en humanos vacunas contra esta enfermedad. ¿Hay esperanza?
-No es la primera vez que se realizan estas pruebas. En ocasiones anteriores estos experimentos se han desechado por los efectos secundarios que producían o porque sus beneficios no eran tan positivos como se esperaba. Hay que ser cautos.
-Enfermedad incurable y que, por ahora, no se puede detener. ¿Hay al menos forma de prevenirla?
-Ahora lo más importante en lo que se trabaja son los factores de riesgo vasculares. Se ha demostrado que cuestiones como el colesterol alto o el tabaquismo pueden hacer que los síntomas se manifiesten antes. Podemos reducir estos factores y hacer que la enfermedad se manifieste más tarde, lo cual ya es mucho.
-¿Se ha conseguido mejorar la calidad de vida de los pacientes?
-Los tratamientos consiguen una progresión más lenta de la enfermedad. Se gana tiempo y eso es muy positivo. A las terapias farmacológicas se han incorporado otras de estimulación cognitiva que potencian los efectos de las primeras.
-Los enfermos viven un drama, pero con ellos hay cuidadores que también sufren. ¿Qué papel juegan en el tratamiento?
-El cuidador es la persona que garantiza la marcha del tratamiento y el que ve los posibles nuevos síntomas. Es fundamental y necesita cuidados como compartir su experiencia o tiempo libre, pero sobre todo información porque llevan mejor el proceso cuando la tienen.
-¿Es fácil que accedan a ella?
-Las asociaciones de enfermos juegan aquí un papel importante, pero los miembros del sistema sanitario somos responsables en su formación e información. Creo que un neurólogo no es bueno si sólo diagnostica y da recetas.
-¿Hay avances médicos que puedan poner freno a esta enfermedad?
-Es una pregunta que no quiero contestar. Grandes expertos mundiales se han pronunciado y se han columpiado todos. Es una enfermedad en la que se irá avanzando poco a poco, pero hay muchas cosas en su mecanismo de producción que aún se desconocen.
-¿Cuándo debe plantearse una persona someterse a una evaluación para saber si padece esta enfermedad? ¿Hay un perfil?
-Dentro de la consejería de Salud se trabaja en una guía para homogeneizar los protocolos. El diagnóstico temprano llega ante un fallo en la memoria. Pero no es una cuestión de edad. Si no aparecen estos síntomas no es necesario someterse a pruebas específicas.
Fuente: elcomerciodigital.com
