Frustración es lo que sienten las principales asociaciones que combaten esta enfermedad ante la falta de aplicación de la Ley de Dependencia.
Las expectativas suscitadas por la Ley de Dependencia se han disuelto como un azucarillo. Las ayudas no llegan y los enfermos de Alzheimer ven cómo la crisis económica puede echar el cerrojo a los fondos previstos para desarrollar esta norma.
Desde la Confederación Española de Familiares de Enfermos de Alzheimer (Ceafa) se habla de trámites administrativos "farragosos" para cobrar las ayudas. Tal vez porque Emilio Marmaneu, presidente de Ceafa, compareció junto con el ministro de Sanidad, Bernat Soria, el pasado jueves, fue más comedido que en otras ocasiones y habló de "aspectos mejorables", aunque no se olvidase por ello de criticar "el uso político" que de la ley han hecho los gobiernos autonómicos de uno y otro signo político.
Lo cierto es que desde las asociaciones regionales de familiares y enfermos se subraya lo que es un clamor: nadie está cobrando las ayudas prometidas, a pesar de que la ministra de Educación, Mercedes Cabrera, asegure en el Congreso que 345.000 dependientes han cobrado esta nueva prestación.
El Gobierno ha fijado para este año una inversión de 678 millones de euros, si bien sólo se han repartido a las comunidades 290 millones de euros. Si las cuentas de este ejercicio no salen, qué cabe esperar del próximo, cuando el Ejecutivo debería aportar 1.000 millones de euros para cumplir con un calendario que, incluso Mercedes Cabrera, ya ha puesto en duda.
A pesar de estos negros nubarrones sobre la aplicación de la ley, tanto Bernat Soria, como la ministra de Ciencia y Tecnología, Cristina Garmendia, han posado en el mejor brindis al sol junto con los representantes de los familiares de los enfermos de Alzheimer.
Uno, el ministro Soria, para anunciar una "guía médica" para tratar la enfermedad que estará lista en un plazo de año y medio, además de recordar hoy que no se puede recortar el gasto "social", ya que el número de enfermos crecerá un 75 por ciento en los próximos 25 años. Y la ministra Garmendia, para dar esperanzas a los familiares de los más de 600.000 pacientes de Alzheimer y sacar pecho porque "España está en la élite de la investigación básica y clínica en enfermedades neurodegenerativas".
Algunas empresas, como Zeltia, sí están en vanguardia. La filial farmacéutica del grupo gallego es el único laboratorio mundial que ha alcanzado la etapa de desarrollo clínico con un fármaco para combatir la enfermedad de Alzheimer utilizando un mecanismo de acción innovador basado en la inhibición de la enzima GSK3. Pero los resultados de otras inversiones impulsadas desde costosas redes públicas de investigación están por ver.
Lo que hoy es incuestionable es que estas promesas no sirven para unas familias y cuidadores que, de momento, no encuentran apoyos suficientes desde la Administración.
Fuente: elsemanaldigital.com