'Arrugas' es una novela gráfica sobre el Alzheimer y la vida en una residencia de ancianos que ha obtenido el Premio Nacional de Cómic, dos galardones en el Salón Internacional de Barcelona y otro en el Festival de Lucca, además de figurar entre los 20 mejores cómics editados en Francia durante 2007.
-Obras como 'Arrugas' son poco frecuentes. ¿Adolece el cómic español de un escaso compromiso social o humanista?
- Creo que el cómic en general adolecía de esto. Pero era difícil hacer algo «social» con los formatos tradicionales del cómic. Aún así, se encontraban algunas cosas en los cómics de superhéroes, por ejemplo, como la lucha contra el racismo. Pero era necesario un nuevo formato, con más páginas y una total libertad temática para poder tocar temas más comprometidos. La novela gráfica es un medio perfecto para hacerlo; para mí, es la libertad creativa total. El lenguaje del cómic ya ha demostrado que tiene suficientes herramientas para contar cualquier cosa pero era complicado hacerlo dentro del anticuado formato francés de álbum de 46 páginas.
-¿Te resultó difícil hacer ameno un relato cuyo realismo no permitía el impacto visual ni narrativo?
-La verdad es que eso era un reto. La historia es dura y además trata sobre la monotonía en una residencia. Una historia sobre el aburrimiento no es en principio demasiado interesante. Todo el álbum sucede en un mismo espacio y los personajes suelen estar sentados hablando, así que había que hacer todo lo posible para que el lector no se aburriera. Por ello, la historia y los personajes son importantes, continuamente están pasando cosas que hacen que el lector tenga interés por saber qué les va a pasar. El recurso de las fantasías de los ancianos me servía para cambiar de escenarios y de ritmo. Y, gráficamente, los cambios de color en las escenas daban un interés visual a las páginas.
Fuente: eldiariomontanes.es