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Enfermos de Alzheimer y familiares experimentan un programa pionero en la provincia

Durante cinco días conviven en el balneario de Ledesma con otros pacientes de la región, acompañados de un grupo de cuidadores

Cuatro enfermos de Alzheimer de Toro y sus familiares han participado en el proyecto "Espacios de vida" que se ha desarrollado por primera vez en la provincia de Zamora de la mano de la Asociación de Enfermos y Familiares de Alzheimer de Zamora. A través del mismo, han disfrutado de una estancia de cinco días en el Balneario de Ledesma, en Salamanca, donde han podido compartir experiencias con otras personas de la región que se encuentran en sus mismas circunstancias, además de participar en el tratamiento balneoterápico prescrito por los médicos a cada usuario, así como en las actividades lúdicas puestas en marcha. El programa se financia a través de la Gerencia de Servicios Sociales de la Junta, que se hace cargo del 51% de la cuota abonada por los usuarios, quienes asumen el resto de los 139 euros.

La selección de los participantes zamoranos en la iniciativa se ha producido mediante sorteo, ya que la Federación Regional de AFAS de Castilla y León adjudicó un total de cuatro plazas a la Asociación de Alzheimer de Zamora y la demanda ha sido mayor. Durante la estancia, que se ha desarrollado del 14 al 19 de mayo, las cuatro familias toresanas han estado acompañadas por un cuidador, Javier Pérez, para quien solo tienen buenas palabras. «Hemos sido una familia, Javier se ha desvivido por nosotros», señalaba ayer Vicenta Arenas Zurro, quien junto a Socorro Alonso Marbán y a Manuela de la Iglesia Calvo, participaron en el encuentro con los medios de comunicación para relatar su experiencia. Las tres toresanas , han acompañado a sus maridos, enfermos de Alzheimer en fase inicial, en estas mini vacaciones que dicen les han «sabido a poco» de puro bien que se lo han pasado. «Ha sido ideal, porque hemos estado ausentes de todo», apuntaba Vicenta, quien era secundada por sus compañeras: «a mí lo que me ha emocionado mas es lo que ellos han disfrutado, se han entendido muy bien y el rato que están juntos han estado disfrutando porque se olvidan del tema y, como todos están igual, pues disfrutan como niños». Javier Pérez, el cuidador que les ha acompañado, explicaba que con este programa se pretende mejorar su calidad de vida.

Durante los cinco días han permanecido en apartamentos en régimen de pensión completa. La jornada se iniciaba a las nueve de la mañana con el desayuno y dos horas más tarde se iniciaban los ejercicios de gimnasia y la terapia de interacción «para que se conocieran lo antes posible entre ellos». También se celebró un taller de manualidades y una excursión a Mirando do Douro. Por las tardes tenían lugar los tratamientos balneoterápicos, que incluían baños, hidromasaje, actividad en la piscina, aerosoles, duchas de columna y pedicura. A las seis de la tarde los usuarios tenían tiempo libre para pasear, jugar el bingo, ver la televisión...., y, tras la cena, baile, canciones, juegos de mesa, etc. La trabajadora social de la asociación, Elena Ramos, subrayaba que, «gracias a estos programas, estos enfermos pueden acceder a las estancias termalismo que promueve la Junta ya que, debido a su dependencia, no podrían hacerlo de otra manera». Javier corroboraba que «han disfrutado muchísimo», algo que ayer se pudo ver en las caras de estas tres mujeres que se emocionaban al describir la experiencia. Y es que, reconocieron que la enfermedad es «muy dura para ellos y para nosotras». «Cuando te dicen el diagnóstico lo pasas muy mal, pero hay que saberlo aceptar, y si hemos sabido hacerlo ha sido gracias a esta asociación», relataba Vicenta. «Hemos sabido aceptar lo que nos ha tocado», apostillaba Manuela, mientras que Socorro describían como «al principio estuve rebotada, pero cuando ves que este problema lo tiene mucha gente, pues lo vas aceptando». Socorro no dudaba en reconocer que «cuesta entender que no hacen las cosas porque quieren, sino porque están enfermos, hay veces que te enfadas, pero luego recapacitas y dices, pero para qué, si ellos no se dan cuenta y al final lo único que consigues es ponerle mal a él y ponerte mal tú». «Es que hay veces que te queda una especie de remordimiento y te preguntas si será culpa tuya, que no lo han hecho bien», añadía Vicenta, mientras que Manuela recordaba que «la psicóloga nos dice muchas veces que no les hagamos razonar, porque no lo van a entender». Socorro remataba la comparecencia diciendo que durante la estancia en Ledesma había visto «un cariño especial de las hijas hacia las madres que tienen este problema, desprendían amor a través de sus ojos». «El mismo que desprendéis vosotras», sentenciaba Javier.

Fuente: laopiniondezamora.es

Con la colaboración de