El doctor Neher investiga los principios biofísicos y moleculares del flujo de información entre neuronas, clave para tratar párkinson o alzhéimer. En los setenta Neher, junto a Bert Sakmann, desarrolló las técnicas patch-clamp. Ahora, el especialista dice ver más cerca la cura de algunas enfermedades neurodegenerativas.
Erwin Neher es un científico puro, en el más amplio sentido de la palabra. El premio Nobel de Medicina del año 1991 habla pausado pero siempre con un tono irónico, analizando para GACETA MÉDICA el pasado, presente y futuro de la investigación médica.
¿Qué supuso el descubrimiento de la técnica patch clamp?
En aquellos momentos, en los setenta, las investigaciones se dirigían a la posibilidad de poder parchear las células y dentro de ellas medir el flujo de los iones a través de los canales de membrana celulares. Queríamos ver qué tipos de funciones realizaban y para qué servían, eso ha traído mucha repercusión porque ha ayudado bastante a los científicos posteriores. Nosotros investigamos en un tipo de células determinados, pero luego se ha demostrado que está en todo tipo de células, incluso en las plantas y esto ha abierto muchas posibilidades, estas enzimas han sido el objetivo de muchos fármacos. Luego mucha gente se ha dado cuenta de que algunas enfermedades se producen porque se rompen estos canales.
Hablemos entonces de las aplicaciones clínicas, por ejemplo en el tratamiento de párkinson y alzhéimer
Aunque ahora no es mi campo de estudio sí conozco alguna línea de investigación para acabar con estas enfermedades neurodegenerativas. Ahora muchos estudios se dirigen a descubrir cómo parar ese proceso, cómo crear nuevas células para restaurar las muertas. En alzhéimer, muchas de las personas que investigan se pueden beneficiar de mis estudios porque estos pretenden explicar de alguna forma cómo funcionan los neurotransmisores.
¿Alguna vez se eliminarán estas enfermedades?
Bueno, todavía es demasiado pronto para asegurarlo, aunque yo estoy convencido de que en un futuro sí podrán curarse. El problema es que en la actualidad no comprendemos suficientemente los mecanismos del sistema nervioso; es decir, sabemos que tiene problemas de funcionamiento cuando pierde neuronas, pero no por qué llegan a morirse estas neuronas.
¿Qué piensa de los estudios genéticos para tratar enfermedades neurodegenerativas?
Es una parte importante, hay que explorar las posibilidades que nos ofrece la genética, aunque hay que delimitar bien qué se hace.
¿Cuál sería ese límite?
Por ejemplo no estoy nada de acuerdo con la implantación de organismos de los llamados híbridos en el cuerpo de un ser humano.
¿Qué piensa de los métodos no farmacológicos para tratar la esquizofrenia?
Si ayuda, me parece algo maravilloso, todo debe ir en la misma línea de actuación.
Usted es un gran defensor de la investigación básica, ¿por qué?
Lo ideal es que haya equilibrio entre la básica y la aplicada, los políticos cometen el error de en enfocarse en la aplicación práctica, pero deben saber que eso no sería posible sin la investigación básica que hay detrás, con lo cual eso supone que tienes que estar luchando constantemente por la investigación básica y que se le dé la importancia que se merece. Por otra parte, muchos conceptos que se dan por válidos hay que saber enfocarlos desde diferentes ángulos, por ejemplo un conocimiento básico lo enfocas desde otro ángulo y cambia totalmente.
¿Y cómo valora actualmente el estado de la investigación en términos generales?
Bueno, parece que Europa se ha quedado un poco rezagada respecto a los Estados Unidos y es algo preocupante porque corre el riesgo de que otros países emergentes como China o Japón la superen.
¿En qué trabaja actualmente?
Ahora me dedico a estudiar a los neurotransmisores presinápticos. Mis estudios se encaminan a comprender cómo funcionan estos controladores, en ver cómo se pueden combinar, en la fuerza que ejercen unos sobre otros y en ver los cambios que en ellos se producen.
¿Qué aplicaciones tendrían esos estudios?
Posiblemente las aplicaciones se dirigirán a enfermedades como el autismo, y otras a nivel psiquiátrico.
¿Hablamos de crear fármacos para tratar estas patologías?
Básicamente, como he dicho antes, tenemos que conocer cómo funciona el cerebro. Una vez que lo conozcamos podremos tomar determinación sobre qué tipos de medicamentos se pueden crear.
La psicobiología, el eje de sus investigaciones
Médico y biólogo alemán, Erwin Neher cursó estudios de Bioquímica en las universidades de Munich (Alemania) y Wisconsin (EEUU). En 1968 trabajó en el Instituto Max Planck, en el departamento de Psiquiatría, ubicado en Munich, y se doctoró en 1970. Orientó sus estudios hacia el complejo ámbito de la psicobiología, buscando nuevas técnicas que permitieran detectar las sutiles corrientes nerviosas de las células. Entre los diferentes campos de investigación que ha trabajado y que constituyen su interés encontramos: el desarrollo de medidas de alta resolución electrofísicas; los procesos celulares que incluyen los cambios en la superficie de la membrana de capacitación; los mecanismos de controles de secreción en las glándulas mamarias de los mamíferos; los mecanismos de corta duración en Synaptic Plasticity; el almacenamiento celular Ca++ y la difusión de Ca++. Entre los múltiples galardones que ha recibido figuran el Leibinz Award y el Deutsche Forschungtsgemeinschaft en 1986, y el Premio Nobel en Fisiología o Medicina en 1991. Es miembro del European Research Advisory Board (Eurab), y del Board of the European Neuroscience Institute, de Goettingen.
Fuente: gacetamedica.com