Desde la más absoluta discreción, la Fundación Miguel Castillejo se ha convertido en el retiro espiritual y material del sacerdote que un día tuvo a la ciudad en sus manos. Vive con muy pocos recursos económicos, pues Rafael Gómez, incipiente patrono, abandonó la fundación.
Es su reto final: abrir al público una biblioteca con 60.000 volúmenes y un archivo personal con discursos, misivas y documentos en los que ya se atisba un inusitado atractivo. Mientras, el coqueto palacete de la plaza de las Doblas es un incesante goteo de actividad: foro económico, encuentros sociales y proyectos por acometer con pocos medios aún. Castillejo trabaja ahora en varios frentes. En lo asistencial, colabora con numerosas asociaciones benéficas (Hermanos de la Cruz Blanca, Proyecto Hombre, Asociación Contra el Cancer, Adevida, Asociacion Alzheimer San Rafael, Esclerosis Múltiple...). Aún en pañales, la fundación impulsa un proyecto propio para la ayuda y formación de mujeres emigrantes, que están viviendo auténticos dramas incrementados por la crisis. Con este programa se les enseñará el idioma y se las formará para empleos relacionados con el servicio doméstico o la geriatría. En lo cultural, ha creado un premio internacional de poesía mística con su nombre y ha constituido la Cátedra de Empresas y Humanidades Miguel Castillejo en colaboración con la Universidad San Pablo CEU, por donde ya han pasado el profesor y colaborador de ABC Juan Velarde y Pedro Schwartz. Ultima la organización de un ciclo de música clásica, aunque ya se han producido varios conciertos. Además, la sede de Las Doblas acoge numerosos encuentros profesionales y de colectivos católicos con vocación asistencial.
Está a la espera de culminar la digitalización de fondos para cerrar un convenio con la Universidad de Córdoba y abrir las puertas de su biblioteca a la investigación.
Fuente: abc.es