El cerebro humano es uno de los órganos más misteriosos para la ciencia. Un hecho que en las proximas décadas podrá cambiar gracias a proyectos como el nuevo programa de donación de cerebros que recientemente se ha puesto enmarcha en
Euskadi, y que se convertirá en una herramienta muy útil para el estudio de enfermedades neurodegenerativas, psiquiátricas y vasculares.
El proyecto, que ha sido impulsado por Osakidetza en coordinación con el Biovanco Vasco para la Investigación (o+ehun), ofrecerá cobertura toda la CAV. Su creación supone un pasomás en los servicios de apoyo a la comunidad científica y también ayudará a fomentar la colaboración entre los distintos organismos y profesionales de la investigación. «El Biovanco Vasco se creó en el año 004 para gestionar muestras biológicas destinadas a la investigación, como sangre, tejidos cancerosos o muestras de orina, pero no ha sido hasta ahora cuando hemos empezado a trabajar con tejidos neuronales», afirma Roberto Blanco, director el Biovanco Vasco.
El programa cuenta actualmente con dos centros de extracción: el Hospital de Txagorritxu y el Hospital Donostia. El centro alavés se encargará de atender a donantes de la provincia de Álava y Bizkaia, mientras que el donostiarra se limitará a su territorio. Este sistema de coordinación supone una gran novedad respecto al sistema empleado en otras autonomías. «En lugares como Navarra, Madrid o Barcelona sólo cuentan con un único hospital que da servicio a una parte de la población. En Euskadi se ha hecho el esfuerzo de dar cobertura a las tres provincias y a sus más de dos millones de habitantes», señala Blanco.
De esta forma, el nuevo programa de donación de cerebros permite por primera vez la coordinación entre varios hospitales de Osakidetza, los centros de extracción, las funerarias de los tres territorios vascos, las distintas asociaciones de pacientes y las familias de los propios donantes.
«Antes el paciente que quería donar tenía que acudir a la consulta e informar a su médico de cabecera de que quería ofrecer su cerebro para la ciencia. Faltaba la logística de poder acudir a un domicilio cuando un donante fallecía para recoger el cuerpo, extraer el órgano y devolver el cadáver a la familia para el entierro», indica el responsable del Biobanco.
Desde el propio centro de investigación insisten en que la principal novedad de este nuevo programa es que ahora la recogida de muestras de tejidos se realiza en varios centros sanitarios vascos para, luego, ser gestionados a través del Biovanco. Gracias a este sistema, organismos y centros como la UPV, los centros tecnológicos y los organismos de investigación podrán contar con muestras que tienen todas las garantías legales y éticas en el proceso de recogida y diagnóstico. «Hasta ahora estos organismos recurrían a la obtención de tejidos neuronales fuera de Euskadi ymuchas investigaciones de enfermedades neurológicas o psiquiátricas no lograban avanzar porque las muestras con las que trabajaban no reunían los requisitos de calidad necesarios, asevera Roberto Blanco.
Desde el Biovanco Vasco para la Investigación esperan que la puesta en marcha de este programa sea un impulso para la investigación de enfermedades tan desconocidas como el Alzheimer, el Parkinson o la esclerosis múltiple. Sin embargo, insisten en la importancia de la donación como la principal vía para encontrar métodos de diagnóstico y tratamientos para este tipo de patologías. «La gente tiene que ser consciente de que sin las donaciones no podremos buscar la solución a estas enfermedades.
Por ejemplo, ahora sabemos que el Alzheimer se empieza a desarrollar 20 años antes de que los familiares del enfermo sean conscientes, eso sólo podemos saberlo a través demarcadores que observamos en los tejidos donados», advierte Blanco.
Sólo en el año 2010 el Biovanco entregó más de 7.000 muestras a 55 proyectos de investigación y en los dos últimos años ha recibido un total de 50 donaciones de cerebro. La mayoría de los donantes superan los 50 años, aunque desde el Biovanco aclaran que cualquier persona puede hacerse donante, esté enfermo o sano, ya que ambos tejidos son igual de valiosos.
La donación puede manifestarse antes de fallecer o por decisión de la familia tras un fallecimiento.No se obtendrá ninguna recompensa económica por ello, aunque el propio Biovanco correrá a cargo de todos los gastos derivados del traslado del
cuerpo y la extracción del órgano.
Todos los posibles donantes pueden encontrar información en el teléfono 955.436.890 o a través del correo biovancovasco@
bioef.org.
Fuente: spypress.com