Antes de que termine este año, la ciudad ampliará en 40 las plazas para mayores en los centros de día con la creación del quinto centro en la barriada de Llera por parte del Ayuntamiento. Esta cifra supondrá un incremento del 30 por ciento sobre las que existen actualmente, con las que alcanzará el número de 162.
El Ayuntamiento anunció ayer que adaptará el edificio que actualmente comparten la guardería municipal y la asociación de vecinos para convertir las dependencias que usa ésta última en un centro de día. La concejala de Mayores, Rosario Gómez de la Peña, explica que la intención municipal consiste en equiparlo y dotarlo en tres meses para que esté listo a finales de este año. La guardería infantil permanecerá en el mismo lugar.
Aún queda suelto el cabo de la gestión. Sin embargo, la edil apunta que estudiará la concesión a una empresa o cooperativa especializada en la atención a estas personas. 'Lo importante es que tengamos el centro, ya se verá la gestión', insiste Gómez de la Peña.
'Será como una guardería para mayores', indica la concejala, quien añade que los usuarios aprovecharán el centro desde por la mañana y se marcharán a su casa una vez entrada la tarde. El objetivo es que el centro atienda a personas que realmente necesitan este servicio y que residan en cualquier punto de la ciudad.
Cuando abra sus puertas, será el primer centro de día de iniciativa municipal. Actualmente existe otro en la calle Benegas, pero depende de la Junta de Extremadura, que es la Administración encargada de estos servicios. Cruz Roja se encarga de su gestión y de la atención a las 25 personas que acuden a diario.
No obstante, en la ciudad existen otros tres centros de día, dos de ellos especializados en enfermos de Alzheimer y demencia senil. El tercero es privado. Este último es Mapfre Quavitae, una residencia que reserva 30 plazas para su centro de día. Los usuarios y sus familiares pueden elegir entre la media jornada o turno completo. Si optan porque les recojan en su domicilio, deben estar listos a las ocho y media. Si se quedan hasta el final, permanecen allí hasta las seis y media, añade el director de la residencia, Fernando Gago. La residencia ofrece este servicio entre uno y cinco días a la semana y tiene un coste de 444 euros mensuales, a los que hay que sumar otros 150 euros de transporte para aquellos que lo elijan.
Los mayores reciben el desayuno en el centro y pueden disfrutar de los mismos servicios que los internos en la residencia: control médico, rehabilitación, animación sociocultural y trabajos en grupo con psicólogos. Además, disponen de otros servicios opcionales como peluquería o podología.
Este centro también dispone de programas específicos para personas que padezcan algún tipo de demencia. No obstante, existen otros dos centros en la ciudad que están especializados en la atención de estos enfermos y que disponen de plazas concertadas. Se trata del Nuestra Señora de Guadalupe, en Valdepasillas, y del que regenta Cruz Roja, en la calle Museo. Desde estos dos centros insisten en la necesidad de ampliar las plazas para atender a las personas con este tipo de patologías. De hecho, el centro Nuestra Señora de Guadalupe, que pertenece a la Asociación Extremeña de Familiares de Enfermos de Alzheimer (AFAEX), atiende a 35 personas y su lista de espera está formada por otros veinte. Las solicitudes se han incrementado especialmente entre agosto y septiembre, indica su directora, Macarena Chaves, quien añade que resulta complicado admitir a más personas, puesto que las bajas son siempre muy inferiores a las peticiones de alta.
Acogen a enfermos que presenten la enfermedad de Alzheimer en cualquier etapa, aunque reservan cinco plazas para aquellas personas que se encuentren en la última etapa de esta patología. Estas se denominan de respiro familiar. Entre sus servicios, se encuentra enfermería, rehabilitación y fisioterapia, gimnasia de mantenimiento, terapia ocupacional, animación sociocultural, transporte adaptado, podología, dietas personalizadas, peluquería, valoración psicológica y taller de memoria, entre otros. Funcionan entre las nueve y media y las seis de la tarde.
El precio medio que abonan sus usuarios es de 235 euros, a pesar de que el coste estimado alcanza los 700, gracias a las subvenciones.
A este tipo de enfermos y a los de demencia senil se dedican también en el centro de la Cruz Roja. Entre las ocho y media y las cinco de la tarde reciben el desayuno, atención médica, participan en terapias ocupacionales y realizan ejercicio. Asimismo, participan talleres de estimulación cognitiva en el área que requieran: cálculo, atención, memoria,... El precio que deben abonar los usuarios y sus familiares depende de los ingresos de la unidad familiar, explica la responsable del centro, Marta Gruart. El precio mínimo es de 200 euros.
Fuente: actualidad.terra.es