Para Martínez Lage, identificar los primeros síntomas es crucial
Retrasar el inicio del mal cinco años reduciría su incidencia a la mitad
El diagnóstico precoz del Alzheimer es, en estos momentos, el arma más importante con la que cuentan los especialistas para combatir la enfermedad, hasta tal punto que el éxito de la terapia farmacológica depende mucho de que se diagnostique lo antes posible. Así lo afirmó ayer Pablo Martínez Lage, uno de los principales expertos nacionales en la investigación sobre la enfermedad de Alzheimer, durante la primera jornada del XIV Curso Nacional de Alzheimer que se celebra hasta mañana en el auditorio Alfredo Kraus de Las Palmas de Gran Canaria.
"Nos interesa hacer el diagnóstico lo más precozmente posible porque cuando tengamos tratamientos que realmente interfieran con los mecanismos de la enfermedad, si no los ponemos lo más precozmente posible no harán nada. Incluso con los fármacos que tenemos actualmente sabemos que cuanto antes los pongamos mejor", apuntó el doctor Martínez.
En este sentido citó como ejemplo la batería de ensayos clínicos que se han hecho hasta el momento, donde un grupo de personas toman durante unos seis meses el medicamento y otro grupo una pastilla igual que no es el medicamento sino un placebo, fórmula que se utiliza para saber si un medicamento es eficaz o no. "En la gran mayoría de los ensayos clínicos, tras los seis meses, las personas que tomaban placebo empiezan a tomar el medicamento, y se ha comprobado que mejoran, pero nunca llegan a alcanzar a las personas que estaban tomando el medicamento seis meses antes, lo cual nos está diciendo que cuanto antes lo pongamos mejor".
Martínez Lage apuntó que en estos momentos los esfuerzos científicos van encaminados a facilitar el diagnóstico precoz, intentando encontrar marcadores que permitan retrasar el inicio de la demencia, y reducir la cantidad de enfermos de manera sustancial, ya que si se lograra retrasar el comienzo de la enfermedad de Alzheimer en cinco años, la incidencia de la misma disminuiría a la mitad.
Una de las líneas más importantes es el estudio del patrón de pérdida de funciones cognitivas en las fases más precoces con marcadores de neuroimagen y neuroimagen funcional para ver las alteraciones del metabolismo neuronal en estas fases, pero no es aplicable a todos los pacientes. El experto citó también la medición en la sangre de la cantidad de proteína amiloide y otros marcadores como son los anticuerpos dirigidos contra esas amiloides.
Fuente: laprovincias.es
