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El estudio de las imágenes del cerebro para anticiparse a la enfermedad

El objetivo es detectar el Alzheimer cinco o siete años antes de que se manifiesten los primeros síntomas

El teléfono no dejaba de sonar. Una fotografía publicada en el diario disparó el interés. Una enorme grúa descolgaba una carga de doce toneladas desde 20 metros de altura al patio interior del Parque Científico y Tecnológico de Guipúzcoa. «Yo quiero estar en esa máquina», solicitaba alguno de los que llamaba aquel día a la fundación Cita Alzheimer de San Sebastián cuando descubrió su contenido.

Debajo del embalaje se encontraba uno de los aparatos de resonancia magnética más potentes que existen, el ‘MagnetomTrio’.

Este centro donostiarra lo dedica a la investigación para la detección precoz de la enfermedad neurodegenerativa. «Nuestro objetivo es detectar el Alzheimer cinco o siete años antes de que se manifiesten los primeros síntomas», augura Pablo Martínez-Lage, neurólogo de la fundación.

Para ello, 450 voluntarios de entre 45 y 75 años se están sometiendo a pruebas bianuales para analizar la evolución de su salud cerebral.

En dos jornadas separadas por una semana de descanso, los investigadores les someten a exámenes neurológicos, neuropsicológicos, cuestionarios sobre sus hábitos de vida y exámenes físicos (que incluyen un profundo análisis de sangre y una punción lumbar) para recoger más de 900 variables diferentes sobre cada persona. Y eso sin tener en cuenta las imágenes de la resonancia magnética.

Al entrar en el ‘búnker’ donde está instalada la máquina, algunos se tienen que agarrar las gafas para que no salgan disparadas y otros notan cómo las llaves se sienten atraídas por el potente imán de tres teslas, más del doble de la inducción magnética que tiene cualquiera de las que están instaladas en los hospitales.

Posibilidades de futuro

Ernesto Sanz Arigita, director de neuroimagen de Cita Alzheimer, habla con entusiasmo de las múltiples posibilidades que tienen ahora para explorar y descubrir en qué punto exacto falla el cerebro.

En las dos sesiones que estos «valientes»

Con la colaboración de