Las obras comenzaron hace ya dos año, en diciembre de 2006. Hoy, a punto de entrar en el año 2009, la reconversión del antiguo Hospital Gran Vía de Castellón en el primer centro especializado de atención a personas dependientes de la provincia sigue siendo un anuncio "en breve". La última promesa en este sentido tuvo lugar el pasado mes de agosto, cuando responsables de la Conselleria de Bienestar Social aseguraron en Castellón que "a finales de año" estarían culminadas las obras del nuevo edificio, con la intención de equiparlo a principios de año y que las instalaciones pudieran entrar definitivamente en funcionamiento en verano del próximo ejercicio. Más de un año después de las previsiones con las que el Consell adjudicó la obra, cuyo coste se acerca a los ocho millones de euros, ya que el edificio debía haber abierto sus puertas en abril de 2008. La financiación de los trabajos ha sido objeto de no pocas polémicas entre el Ayuntamiento de Castellón y la Subdelegación del Gobierno.
La importancia de este nuevo edificio va más allá de la necesidad de incrementar la escasa oferta residencial para mayores en la provincia. El centro de dependientes Gran Vía debe convertirse también en las primeras instalaciones sanitarias residenciales especializadas en enfermos de Alzheimer de toda la provincia, una larga reivindicación de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer (AFA) castellonense que se resiste a convertirse en realidad.
Una vez acabadas las obras y abiertas las puertas del nuevo centro sociosanitario, la provincia de Castellón podrá disponer de 262 nuevas plazas residenciales y de centro de día, de las cuales un total de 72 se reservan a los enfermos de Alzheimer; 60 son para centro de día de pacientes con este mal degenerativo; otras 20 plazas atenderán a los afectados por daño cerebral sobrevenido de la provincia; 70 más irán para el Centro de Rehabilitación e Inserción Social (CRIS); y otras 40 se han reservado para enfermos mentales.
Fuente: Las Provincias
