Un diagnóstico temprano es vital para la curación de cualquier enfermedad, pero en el caso del Alzheimer las dificultades se multiplican al no conocer su causa exacta. La neuróloga del Hospital de Cabueñes Carmen Martínez trató de arrojar luz sobre la detección de esta enfermedad durante una charla organizada por la Asociación Democrática Asturiana de Familias con Alzheimer (ADAFA) y en la que también participó el director del Área del Neurociencias del Hospital Central de Asturias, Julio Pascual.
La neuróloga admitió «una gran dificultad» a la hora de detectar el Alzheimer al no conocer las causas exactas que originan esta enfermedad. De hecho, aseguró que «para establecer el diagnóstico hay que esperar a que aparezcan los síntomas de demencia», una fase en la que «ya hay bastante daño cerebral». El proceso para detectar el Alzheimer pasa por realizar análisis de sangre para descartar un hipotiroidismo no tratado y pruebas radiológicas y resonancias para confirmar que la demencia y la pérdida de memoria no se debe a un tumor o a patologías vasculares. «Las resonancias nos permiten ver si el perfil de atrofia cerebral es sugestivo de otras enfermedades», explicó.
En este sentido, Carmen Martínez comentó que las investigaciones actuales se están centrando en buscar marcadores de proteínas anómalas, «pero no hay nada que te diga que tienes la enfermedad antes de los síntomas, ya que todos los campos de detección temprana del Alzheimer se encuentran en fase de investigación». No obstante, matizó que en los «muy pocos» casos en los que la enfermedad es hereditaria, los familiares pueden hacer un estudio presintomático para encontrar la mutación genética con la que se transmite el Alzheimer.
Por último, la neuróloga del Hospital de Cabueñes recordó que «todos tenemos riesgo de desarrollar la enfermedad conforme nos vamos haciendo más ancianos». Entre los factores de riesgo, señaló los problemas vasculares en personas de media edad, tales como la hipertensión, la diabetes o el colesterol elevado, por lo que instó a los asistentes a «tener una vida física e intelectual activa».
Fuente: elcomercio.es