En la actualidad, alrededor de unas 500 personas están diagnosticadas de alzheimer en la provincia de Almería y unos 7.000 tienen esta dolencia sin un diagnóstico definido. Esta enfermedad ya no es desconocida para la sociedad actual aunque los familiares de estos enfermos siguen siendo poco comprendidos y apoyados por las personas que les rodean. Ellos son los denominados 'cuidadores informales' y, en la mayoría de las ocasiones, se enfrentan solos al cuidado de un familiar con alzheimer.
Con la idea de hacer más sencillas sus vidas, medio centenar de familiares y cuidadoras de personas enfermas de alzheimer participaron durante el pasado jueves en una jornada formativa sobre esta dolencia, centrada en la toma de decisiones al final de la vida. El encuentro fue organizado por la Federación de Asociaciones de Familiares de Enfermos de Alzheimer de Almería, con la colaboración de la Consejería de Salud y Bienestar Social.
La jornada formativa fue inaugurada por el delegado territorial de Salud y Bienestar Social en Almería, Alfredo Valdivia, quien señaló «la importancia de la colaboración entre el sistema sanitario público y los colectivos que agrupan a los familiares de enfermos de alzheimer y otras demencias, ya que permite mejorar la atención que se les presta a estos pacientes y a su entorno».
El taller desarrollado en la capital se centró en ofrecer a los familiares de enfermos de alzheimer y de otras demencias, las herramientas necesarias para afrontar la enfermedad, especialmente cuando la persona afectada se encuentra en el tramo final de su vida. La formación ha sido impartida por el jefe de servicio de Estrategias de Salud y coordinador de las Estrategias de Envejecimiento Activo de la Consejería de Salud y Bienestar Social, Juan Manuel Espinosa.
Sesiones
La primera sesión formativa se centró en el inicio de la enfermedad, las dificultades que pueden plantearse en seno de la familia ante el diagnóstico y la resolución de posibles conflictos. A continuación se ha abordado la planificación anticipada de decisiones, a través de herramientas como el Registro de Voluntades Vitales Anticipadas, así como lo cuidados paliativos y la autonomía y los derechos del paciente.
La última de las tres sesiones formativas programadas se centró en los conflictos éticos y morales que pueden surgir al final de la vida, la toma de decisiones por parte de las familias y el afrontamiento del duelo ante la pérdida de un familiar.
Fuente: ideal.es
