El conocimiento de los genes del colesterol y la respuesta antiinflamatoria del cerebro puede contribuir a elaborar un perfil genético del individuo con el fin de controlar el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer. Así lo contempla un estudio elaborado por profesionales del Servicio de Neurología del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, el Instituto de Formación e Investigación Marqués de Valdecilla (IFIMAV) y el departamento de Medicina Preventiva de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cantabria (UC), que se dio hoy a conocer en un curso de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) sobre Principios de Epidemiología Genética.
Según explicó el doctor Onofre Combarros, del Servicio de Neurología de Valdecilla, el estudio se ha realizado tomando como muestra a 412 pacientes con Alzheimer, con una edad media de 75 años siendo el 67 por ciento mujeres, y otra muestra de 440 internos de una residencia de mayores de Santander, con una media de edad de 80 años y mujeres en su mayor parte (70%). Combarros indicó que el Alzheimer se produce habitualmente de forma esporádica, sin que exista una base genética. No obstante, precisó que entre un 1 y un 5 por ciento de los casos puede relacionarse con la herencia genética, siendo transmisibles de padres a hijos. El doctor Combarros recordó que el Alzheimer es la enfermedad neurodegenerativa más frecuente, caracterizada por una progresiva pérdida de memoria.
La genética de la artrosis
En el mismo encuentro se trataron diversos temas relativos a la epidemiología genética. John Loughlin, del Institute of Celullar Medicine de la Universidad de Newcastle, dio a conocer los estudios que su equipo viene realizando sobre el componente genético de la artrosis, prestando atención no sólo al cartílago, sino también a otros tejidos.
En este sentido, Loughlin señaló que durante años se pensó que la artrosis primaria, sobre todo en manos, caderas y rodillas, era una patología causada por el desgaste provocado por la edad, la actividad física, el peso, etc. Sin embargo, puntualizó, estudios realizados en gemelos demostraron que si bien la artrosis no es una patología "específicamente" genética, sí cuenta con un importante componente genético.
Fuente: Colpisa