Nueva jornada de protestas en Málaga a consecuencia de los efectos de la crisis. Dos concentraciones se celebraron ayer en la capital para protestar contra los recortes: por la mañana para pedir que no se paralice la Ley de Dependencia; por la tarde, en defensa de los servicios públicos.
Medio centenar de personas se unieron ayer en una cadena humana en calle Larios contra la paralización de la Ley de Dependencia, a la que actualmente solo pueden acceder aquellas personas que ya tenían asignadas las ayudas. El presidente de la Federación de Asociaciones de Discapacitados Físicos y Orgánicos, Joaquín Fernández, cree que «no debe haber recortes en asuntos sociales», por lo que decidió convocar este acto reivindicativo para «dar un toque a todas las administraciones para que la atención a las personas dependientes sea un hecho real, ya que es un derecho que nos ha costado mucho conseguir».
Fernández aseguró que la paralización de la implantación de esta ley no solo afecta directamente a los dependientes, sino que muchos de los trabajadores que atienden a estas personas van a perder su puesto de trabajo. Los integrantes de la cadena humana llevaban pegados a sus camisetas folios con frases reivindicativas, con lemas como 'El único estado estable es aquel en el que todos y todas somos iguales' y 'No queremos caridad, queremos dignidad'.
En la actualidad, en la provincia de Málaga hay 29.000 personas dependientes que reciben ayuda económica o asistencial, mientras que otras 7.000 tienen reconocida su discapacidad pero están pendientes de recibir una ayuda que ahora ha quedado paralizada.
María del Mar López es una de las malagueñas que recibe desde hace un año ayuda asistencial gracias a la ley de dependencia. «Una persona viene a mi casa dos horas a la semana, me saca a pasear y me ayuda en lo que necesite», afirmó contenta esta treinteañera diagnosticada con minusvalía intelectual. También acude cada día a un centro de estancia diurna donde realiza talleres con sus compañeros. Miriam Puerta es la terapeuta ocupacional del centro y dijo que ya han empezado a notar los recortes. «Nos han concedido nueve plazas más que no podemos ofertar porque no están concertadas, a pesar de que tenemos lista de espera», apostilló.
Ruidosa concentración
Cacerolas, sartenes, tenedores y silbatos. Con esas 'armas', unos 150 sindicalistas de CC OO y UGT protagonizaron por la tarde una ruidosa protesta contra los recortes en el sector público ante la Delegación de la Junta de Andalucía en Málaga.
Esta cacerolada fue una de las medidas de protesta convocada por los sindicatos mayoritarios, y a la que seguirán otras en los próximos días, contra el plan de ajuste presupuestario del Gobierno andaluz -cuya aplicación está actualmente paralizada- y que supondrá una recorte en la región de 2.700 millones de euros.
Los sindicatos exigieron al bipartito formado por PSOE e IU que no apliquen esta medida impuesta por el Gobierno central de Mariano Rajoy y que se siente a negociar con los representantes de los trabajadores. Los máximos dirigentes provinciales de CC OO y UGT, Antonio Herrera y Manuel Ferrer, respectivamente, coincidieron en denunciar que la aplicación de este plan supondrá una pérdida de empleo de trabajadores públicos y de la calidad de los servicios públicos (sanidad, educación o dependencia).
La protesta, que duró una hora esta tarde y se ha desarrolló sin incidentes, se llevó a cabo ante las puertas de una Delegación de la Junta de Andalucía cerrada y sin representantes políticos en su interior.
Fuente: diariosur.es