El Alzheimer es una enfermedad compleja en la que intervienen numerosos factores. El principal: la edad, aunque cada vez se dan más casos a partir de los 45 años. Afecta a más de 12 millones de personas en el mundo, la mayoría mujeres, y provoca el deterioro de las neuronas, lo que se traduce en una disminución de la capacidad intelectual hasta el punto de interferir en el desarrollo de la vida cotidiana. Los últimos descubrimientos son esperanzadores: unos hábitos y un estilo de vida saludables pueden frenar o retrasar su aparición.
- Empieza bien el día.
Desayuna cereales: son ricos en ácido fólico y vitaminas B12 y B6, necesarios para el funcionamiento de las neuronas; además, descomponen la homocisteína, una sustancia que favorece la aparición del Alzheimer si se encuentra en niveles altos en la sangre. - Aficiónate a la música.
Baila o aprende a tocar un instrumento. En un estudio de 469 personas mayores de 75 años se llegó a la conclusión de que estas dos actividades estaban entre las más eficaces para prevenir o retrasar la enfermedad. - Desarrolla tu intelecto.
A mayor nivel de escolarización, menor riesgo. “Un alto nivel educacional estimula las neuronas y nos hace más resistentes a la pérdida de facultades al llegar a los 70 u 80 años”, explica José Manuel Martínez Lage, profesor de Neurología de la Universidad de Navarra. - Mantén una vida social activa.
Aquellas personas que tienen muchas relaciones sociales también tienen menor probabilidad de desarrollar Alzheimer. Por tanto, pasar las horas muertas viendo la televisión no beneficia en nada. - Apúntate al ginkgo biloba.
Se está estudiando esta planta oriental como preventivo para la demencia. Se sabe que, además de antioxidante, estimula la circulación e incrementa el flujo sanguíneo, por lo que protege al cerebro contra la hipoxia (falta de riego). De venta en herbolarios.
Fuente: novarevista.com